El Gaula de la Policía Nacional continúa emitiendo alertas frente al incremento de casos de extorsión bajo la modalidad de “falso servicio”, una práctica delictiva que se origina desde centros carcelarios y que ha venido afectando principalmente a comerciantes y trabajadores que prestan servicios en la ciudad. Esta modalidad consiste en engañar a las víctimas mediante solicitudes aparentemente legítimas de servicios en zonas rurales. Una vez los trabajadores llegan al lugar citado, los delincuentes, que operan desde las cárceles, simulan un secuestro. En este contexto, comienzan a pedir referencias personales y profesionales, y posteriormente exigen pagos económicos con la excusa de garantizar su liberación.
Acción
“El falso servicio es una modalidad extorsiva que desafortunadamente se viene gestando desde las cárceles del país. A través de esta práctica, están llevando a las personas, especialmente comerciantes que ofrecen algún bien o servicio, hacia sectores rurales, donde simulan que están secuestrados. Una vez en el lugar, empiezan a pedir referencias personales y, al parecer, generan un secuestro psicológico, porque en ningún momento ocurre un secuestro real. Luego solicitan económicamente algunas dádivas, alegando que, de no entregarlas, podrían ser atacados por un francotirador o por un grupo al margen de la ley”, explicó el subintendente Jefferson Vega, comandante del Gaula.
Intervención
Gracias a la oportuna intervención del Gaula, en varios casos se ha logrado evitar el pago de las extorsiones. La institución continúa trabajando de manera preventiva, y ha hecho un llamado a la ciudadanía a estar alerta ante solicitudes sospechosas, especialmente si se trata de servicios en zonas apartadas o de difícil acceso. El ente policial recomienda verificar la identidad de quien solicita el servicio, no asistir solo a lugares desconocidos.
