
El habitante de calle se encuentra en la mira de las autoridades.
El pasado lunes 24 de febrero, a las 2:00 de la mañana, un nuevo hurto ocurrió en zona céntrica del municipio. Esta vez, el robo tuvo lugar en un local comercial ubicado en la intersección de la calle 13 con la carrera 9. El modus operandi del delincuente muestra una vez más la creciente preocupación por la seguridad en esta zona en esta población del Tolima.
El sujeto que cometió el robo es descrito como una persona habitante de calle de contextura delgada, piel trigueña con algunos tatuajes en su cuerpo. Se le vio cubría su rostro, lo que dificultó su identificación. El individuo accedió al establecimiento de forma sigilosa, subiendo por la ventana de la panadería, ubicada en la misma zona. Una vez dentro del lugar, el delincuente fue observado por el velador nocturno que, al parecer, no percibió el peligro inmediato.
Según los testimonios, el individuo caminó por la fachada del establecimiento sin notar nada extraño, pero luego subió y se desplazó por el borde de la pared. Mientras tanto, el ladrón se dedicó a correr una de las tejas del techo del local, a través de la cual pasó una cuerda para descender al interior del comercio. Esta maniobra permitió que el sujeto ingresara al local sin que se activaran alarmas o sistemas de seguridad, lo que facilitó su cometido. Dentro del establecimiento, el ladrón pasó más de una hora, durante ese tiempo, el delincuente consumió algunas cervezas, lo que retrasó su acción. No obstante, al término de su estadía, el sujeto intentó llevarse un televisor de 43 pulgadas, el cual despegó de su base para amarrarlo con la cuerda que previamente había utilizado para bajar.




