Un nuevo hecho sicarial se registró la noche del jueves en el barrio Rebolo, localidad Suroriente de Barranquilla, cuando un hombre fue asesinado por desconocidos con dos disparos en la cabeza. El crimen ocurrió en la intersección de la calle 10 con carrera 29, en el sector conocido como El Golfo, mientras las familias de la zona se encontraban en casa, recuperándose de la jornada laboral.

La víctima, identificada como Diego Mejía Cañate, de 29 años y apodado ‘Coquito’ por sus amigos, fue abordada por dos hombres que se trasladaban en una motocicleta de color negro. Sin mediar palabra, los atacantes desenfundaron un arma de fuego y le dispararon dos veces en la cabeza, causando su muerte casi instantánea. Tras el ataque, los sicarios huyeron a gran velocidad, dejando a los habitantes del sector en estado de shock y alarmados por lo sucedido.
Según informes de las autoridades, Mejía Cañate contaba con cuatro anotaciones judiciales, una de ellas por homicidio, y al momento de su muerte estaba cumpliendo con una medida de detención domiciliaria. En los últimos meses, se dedicaba a ser prestamista, lo que podría haberlo involucrado en actividades delictivas o conflictos personales que lo hicieron blanco de este violento ataque.
La investigación ha sido asumida por el CTI de la Fiscalía, que busca esclarecer si estos casos están relacionados, así como las motivaciones detrás de los ataques y los posibles autores materiales e intelectuales de este hecho violento. Las autoridades han intensificado la búsqueda de información en el sector, haciendo un llamado a los ciudadanos a colaborar y proporcionar cualquier dato que pueda ayudar a resolver estos crímenes.
La comunidad de Rebolo ha expresado su preocupación por la creciente violencia en el barrio y la falta de seguridad en la zona. Muchos vecinos han señalado que el temor se ha apoderado de ellos, ya que estos ataques no solo afectan a las víctimas directas, sino que también impactan la vida cotidiana de las familias que residen en el área. La Policía ha prometido aumentar la presencia en la zona para brindar mayor seguridad a los habitantes y frenar la ola de violencia que ha azotado a Barranquilla en las últimas semanas.




