Durante su reciente visita a Uruguay, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, protagonizó un momento incómodo durante el homenaje al expresidente uruguayo Pepe Mujica. La situación generó diversas reacciones y especulaciones, pero Petro se encargó de aclarar las razones de su molestia a través de sus redes sociales.

El evento, que tenía como objetivo rendir homenaje a Pepe Mujica, se vio marcado por un incidente que involucró a la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, Laura Sarabia. En un video que circula en redes sociales, se puede observar a Petro visiblemente molesto mientras Sarabia y otros acompañantes intentaban acomodar una bandera del M-19, el movimiento guerrillero al que Petro perteneció en su juventud.
El presidente Petro explicó que su intención era rendir homenaje a seis exmilitantes del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro (MLN) de origen uruguayo, quienes llegaron a Colombia hace 50 años huyendo de la dictadura uruguaya y se unieron al M-19. Petro expresó su frustración porque no pudo mencionar sus nombres durante el evento, ya que todos habían fallecido. «Quise pronunciar sus nombres, pero no pude, y de allí mi descontento», publicó en su cuenta de X.
Petro destacó que la bandera del M-19 representa un símbolo común de lucha y resistencia tanto en Colombia como en Uruguay. Subrayó que ambos países han sido gobernados por exmilitantes de movimientos revolucionarios, lo que refleja una historia compartida de lucha por la justicia y la esperanza «Al menos hoy gobernamos. Ellos allá, en Uruguay, y nosotros aquí, después de medio siglo y en pos de la esperanza y la justicia», afirmó Petro
El incidente durante el homenaje a Pepe Mujica pone de manifiesto las complejidades y las emociones que aún rodean la historia de los movimientos revolucionarios en América Latina. La explicación de Petro ofrece una visión más profunda de su compromiso con la memoria histórica y su deseo de honrar a aquellos que lucharon por ideales compartidos. A medida que avanza su mandato, Petro continúa enfrentando desafíos tanto en el ámbito nacional como internacional, pero su determinación de rendir homenaje a los caídos y de mantener viva la memoria de la lucha por la justicia sigue siendo evidente.




