Durante su visita oficial a Doha, capital de Qatar, el presidente Gustavo Petro inauguró la nueva Embajada de Colombia en ese país, en un acto que destacó tanto por su simbolismo diplomático como por su contenido político y humanitario. En su discurso, el mandatario colombiano subrayó la importancia del diálogo cultural y la cooperación entre Colombia y el mundo árabe, al tiempo que condenó con firmeza el genocidio en Palestina, donde los ataques con misiles continúan causando la muerte y amputaciones, especialmente entre niños en la Franja de Gaza.
La apertura de la embajada en Doha forma parte de la estrategia del Gobierno Nacional para ampliar la presencia diplomática de Colombia en regiones clave del mundo, fortaleciendo los vínculos con los países árabes desde un enfoque de diálogo, respeto mutuo y cooperación. Petro señaló que la sede en Qatar será un “puente entre culturas” y un espacio para tejer lazos en campos como el arte, la literatura, la ciencia, el comercio y la educación, pilares que considera esenciales para la paz y el entendimiento entre naciones. El mandatario reiteró que la diplomacia no debe reducirse a los intereses económicos o militares, sino que debe promover los valores humanos y culturales como base de una convivencia global más justa.
En su discurso, el presidente también aprovechó la ocasión para rechazar con contundencia la violencia en Palestina y condenar los ataques indiscriminados que afectan a la población civil. “El choque de civilizaciones solo sirve para que los dueños de los misiles terminen matando niños”, afirmó Petro, haciendo un llamado urgente a la comunidad internacional para poner fin al ciclo de odio y retaliación que, según él, ha perpetuado décadas de sufrimiento en Medio Oriente. El mandatario instó a construir una paz verdadera que no se limite a acuerdos políticos, sino que desmonte las raíces de la desigualdad, la venganza y la discriminación que alimentan los conflictos armados.
Asimismo, el presidente colombiano extendió su mensaje de paz hacia el Caribe, donde manifestó preocupación por el aumento de la militarización y la presencia de potencias extranjeras. Petro hizo un llamado a los países de la región a mantener el Caribe como una zona de paz y cooperación, recordando que históricamente este mar ha simbolizado la libertad de los pueblos y no debe convertirse en escenario de tensiones geopolíticas. En ese sentido, reafirmó su posición contraria a cualquier forma de guerra o intervención que ponga en riesgo la estabilidad de América Latina.
La nueva embajada en Doha se suma a otras sedes diplomáticas recientemente inauguradas por el Gobierno colombiano, como la embajada en Egipto, lo que refleja una política exterior orientada hacia la diversificación de las relaciones internacionales, la búsqueda de nuevos aliados estratégicos y la promoción de la cultura colombiana en regiones con las que antes existían vínculos limitados.
Con su visita a Qatar, el presidente Petro culminó una gira por Medio Oriente y el norte de África, donde sostuvo reuniones con líderes regionales y alcanzó acuerdos importantes en materia de energía, comercio, inversión y cooperación cultural. Según la Presidencia, esta gira no solo buscó fortalecer la imagen de Colombia como un actor activo en el escenario internacional, sino también reafirmar su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la solución pacífica de los conflictos, especialmente frente a la crisis humanitaria en Gaza.
En conjunto, el viaje del mandatario representa un paso significativo en la reorientación de la política exterior colombiana hacia una diplomacia más humanista, solidaria y plural, en la que la paz, el respeto por la vida y el diálogo entre culturas son los ejes centrales de la acción internacional del país.




