Un nuevo mensaje del presidente Gustavo Petro en redes sociales desató una oleada de reacciones en el espectro político y mediático del país. En su publicación, el mandatario sugirió que algunos medios de comunicación y congresistas de oposición están enviando «señales peligrosas» que, según él, podrían alentar la desestabilización del gobierno. Las palabras del jefe de Estado fueron calificadas por analistas como ambiguas e impropias de un líder democrático, al tiempo que sectores opositores advirtieron que se trata de un intento por deslegitimar la crítica política y el libre ejercicio del periodismo.
Ante la controversia, diversos sectores de la sociedad civil y organismos internacionales reiteraron la importancia de proteger la libertad de expresión y el disenso en un Estado de derecho. Mientras tanto, el Palacio de Nariño no emitió una aclaración formal, pero allegados al gobierno defendieron la postura presidencial argumentando que existe una campaña sistemática de desinformación en su contra. El episodio reabre el debate sobre el tono del presidente en redes sociales y su impacto en la polarización política que vive el país, especialmente en un momento en que el Gobierno busca consensos para avanzar en sus reformas más ambiciosas.



