Las rencillas en su círculo de confianza no cesan. Fuentes cercanas al mandatario contaron a EL COLOMBIANO lo que ha dicho en privado sobre la salida de tres ministros: Guillermo Jaramillo (Salud), Carlos Rosero (Igualdad) y Lena Estrada (Ambiente).
Ya lo había advertido el presidente Gustavo Petro en el Consejo de Ministros televisado de la semana pasada: “Anuncio que voy a hacer cambios radicales (…) porque no encuentro el gabinete que cumpla el Programa de Gobierno, y el Programa de Gobierno es un mandato popular”.
Y el anuncio comienza a materializarse. Según pudo confirmar EL COLOMBIANO con fuentes de Presidencia, saldrían los ministros Guillermo Alfonso Jaramillo (Salud), Carlos Rosero (Igualdad) y Lena Yanina Estrada (Ambiente).
Algunas versiones indican que Armando Benedetti (Interior) sería nombrado como canciller, pero por ahora no está confirmada esa movida y su círculo cercano lo niega.
El cambio de los tres ministros no sería inmediato sino en algunos días, dicen las fuentes, porque hay dos grandes temas por resolver. Primero, por lo menos dos de esos tres relevos deben ser mujeres para cumplir con la cuota del gabinete paritario que desde hace meses se ha incumplido. En el escritorio del jefe de Estado hay varios perfiles de mujeres que podrían aterrizar en el gabinete.
Segundo, Petro está tomando la decisión de hacer otros cambios en este remezón porque para su último año de Gobierno —aunque su mano derecha, Alfredo Saade pide públicamente la reelección– quiere rodearse de funcionarios que lleven a fondo sus planes sin cuestionarlo.
“No quiere volver a hacer otro cambio grande ya terminando el mandato”, dice bajo reserva un asesor de la Casa de Nariño.
De las tres posibles salidas, la que más llama la atención es la de Guillermo Alfonso Jaramillo, pues es un antiguo aliado.
Este diario conoció detalles de una reunión en Palacio en la que el jefe de Estado expresó su molestia a tres personas sobre el manejo que el jefe de la cartera de Salud le estaría dando al proyecto del Hospital San Juan de Dios. Públicamente, hace un mes, Petro le ordenó a Jaramillo que evitara a toda costa la demolición de ese hospital: “Ministro, usted tiene que poner todas las medidas jurídicas, porque lo que están esperando es lo que me pasó en la Alcaldía: yo compré el hospital San Juan de Dios para Bogotá, pero no para que lo dinamitaran”, dijo el presidente hace un mes.
“El ministro le da tantas excusas al presidente, porque eso no es una prioridad de él”, agrega la fuente.
Según habría manifestado en ese encuentro, Jaramillo no le hizo caso. Adicionalmente, le habrían llegado nuevas quejas sobre la esposa del ministro, Beatriz Gómez, que ha sido duramente cuestionada por presunto abuso de poder como superintendente delegada para prestadores de Servicios en la SuperSalud —lo que de entrada ya evidencia un conflicto de interés—.
En el caso de la ministra de Ambiente, Lena Yanina Estrada, que es indígena Uitoto Minika del Amazonas, hay varios motivos de molestia por parte del presidente Petro. Líderes de la Guardia Indígena le habrían expresado al mandatario y a sus asesores cercanos que la ministra no les cumplió las promesas a corto plazo en estos más de cinco meses en el cargo y que no estaría ejecutando el plan de Gobierno.
También, Petro habría ordenado que la ordenación del gasto de esa cartera no lo haga la Secretaría General, como sucede en la mayoría de ministerios, porque habría funcionarios que trabajaron en el pasado con la exalcaldesa de Bogotá Claudia López.
Por último, sobre el ministro Carlos Rosero de Igualdad, este diario ha venido revelando los problemas al interior de esa cartera que fueron confirmados por el jefe de Estado en el Consejo de Ministros televisado más reciente. La baja ejecución, el abandono a programas como Jóvenes en Paz y peleas entre los viceministros con el ministro, son algunos de los motivos.
“Y hablando de igualdad, ministro de la Igualdad (Carlos Rosero), lo que hay es una pelea interna en el Ministerio de la Igualdad. Usted me está echando los funcionarios que en Bogotá Humana que demostraron, a riesgo, porque tuvieron que exiliarse y prostituirse en París, su lucha”, le dijo Petro. “Los funcionarios de Francia (Márquez) siguen en el Ministerio y siguen sin ejecutar”, agregó.
Todos estos cambios del remezón en marcha se dan en medio de peleas entre cercanos del presidente Petro; la característica de la mayoría es obedecer sin cuestionar las órdenes del mandatario, a pesar de los riesgos políticos, jurídicos y éticos. Estas son las cuatro batallas abiertas, además de la que ya reveló EL COLOMBIANO entre el ministro Benedetti y el polémico jefe de despacho presidencial, Alfredo Saade.




