Presidencia en disputa

La elección de la nueva mesa directiva del Concejo desató una batalla interna entre los cabildantes.
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La disputa por la presidencia del Concejo de Neiva entró en su punto más álgido. Dos nombres, ambos cercanos al alcalde Germán Casagua Bonilla, se enfrentan en una pulseada que ha dividido a la coalición de gobierno: Sebastián Prieto, del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), y Dagoberto Gómez Méndez, del movimiento Neiva en Acción. Lo que parecía una elección de trámite se transformó en una batalla política cargada de estrategias, cálculos y tensiones internas.

La sesión para definir la nueva mesa directiva fue programada para este martes 7 de octubre, y todo indica que será una jornada marcada por el pulso del poder. En los pasillos del cabildo, los concejales aliados al mandatario aseguran estar “a la espera de las directrices del quinto piso”, en referencia al despacho del alcalde. El guiño de Casagua se ha convertido en el premio más codiciado, pues quien cuente con su respaldo podría asegurarse la presidencia y, con ello, un rol determinante en el rumbo político del Concejo para el próximo año.

Polémica

Sin embargo, la situación ha generado incomodidad entre varios sectores del cabildo. Algunos concejales, incluso dentro del bloque oficialista, cuestionan la dependencia política del Concejo frente al Ejecutivo. “El Concejo debería actuar con independencia, no esperar instrucciones de la Alcaldía”, afirmó una fuente que pidió reserva de su nombre, aludiendo a la creciente influencia del alcalde sobre las decisiones internas del órgano legislativo.

El concejal Sebastián Prieto busca posicionarse como una figura de renovación dentro del bloque casaguista. Ha sostenido que su aspiración no responde a imposiciones, sino a un proyecto colectivo que prioriza la participación y el control político “sin sesgos ni presiones externas”.

Por su parte, Dagoberto Gómez Méndez se ha mostrado confiado en su experiencia y en su cercanía con varios sectores de la administración. Su nombre, sin embargo, genera resistencia en algunos sectores que lo ven como una ficha de continuidad política.

Aunque desde la administración municipal aseguran que el alcalde Germán Casagua no intervendrá directamente en la elección, en la práctica su influencia es innegable. La presidencia del Concejo se ha convertido en un espacio clave para consolidar mayorías, aprobar proyectos y garantizar la estabilidad política del gobierno local.

Por ahora, los concejales fieles al mandatario aguardan instrucciones, mientras los independientes observan con cautela. La tensión crece a medida que se acerca la votación. Nadie descarta una sorpresa de último minuto, ni alianzas cruzadas que cambien el resultado final.


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