Durante su visita a Popayán, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, presentó la nueva estrategia del Gobierno Nacional para debilitar el narcotráfico en Colombia. El plan tiene como objetivo principal asfixiar las economías ilegales desde su origen, mediante la intervención en la cadena de suministros que alimenta a los grupos armados ilegales. El ministro denunció el desvío de insumos críticos como gasolina y cemento hacia territorios controlados por estos grupos, lo que ha motivado decisiones como la desviación del combustible desde Buenaventura hacia Tumaco, evitando así su paso por el Cañón del Micay.
“Esta es una economía ilegal que debemos volver no rentable. Necesitamos el apoyo de las comunidades para cortarles el oxígeno a los grupos armados. La asfixia empieza por quitarles los insumos”, afirmó Sánchez, haciendo un llamado a la colaboración ciudadana. El funcionario lamentó que, pese a la voluntad de diálogo mostrada por el Gobierno, muchos actores armados siguen actuando con violencia extrema. Además, advirtió que el 70% de estos grupos no muestra disposición para alcanzar la paz, lo que obliga a una respuesta decidida del Estado.
La estrategia del Gobierno se basa en tres frentes principales. El primero es la sustitución de cultivos ilícitos mediante el programa RenHacer, el cual busca ofrecer alternativas sostenibles a los campesinos y dignificar su vida con economías legales. El segundo frente es el golpe a la infraestructura y estructura armada de los grupos ilegales, una tarea que ya ha dado resultados: más de 1.300 integrantes han sido neutralizados este año y, en promedio, se desmantela un laboratorio de cocaína cada hora.
Finalmente, el ministro reiteró el compromiso del Gobierno con la seguridad y el desarrollo de las regiones más afectadas por el narcotráfico. “El mensaje es claro: vamos a actuar con firmeza, pero también con esperanza, promoviendo el cambio desde los territorios. Esta lucha no es solo militar, es también social y económica”, concluyó.




