Las conversaciones entre funcionarios militares y de defensa de EE.UU. e Israel han sido intensas a lo largo del día, enfocándose en la preparación para un posible ataque en múltiples frentes desde Irán, Líbano, Yemen e Irak.
Se han discutido opciones de respuesta inmediata en caso de que se lleve a cabo un ataque. El líder supremo de Irán, Ali Khamenei, ha ordenado a las Fuerzas Armadas iraníes lanzar un ataque directo contra Israel como represalia por el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, ocurrido anoche en Teherán.
En una reunión urgente del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, se ha instruido a los comandantes de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) y del Ejército de Irán a planificar un ataque retaliatorio de gran escala contra Israel y a preparar defensas en caso de una guerra a gran escala.
Los planes hasta ahora incluyen un ataque con misiles balísticos y de crucero, así como drones, con objetivos iniciales en Haifa y Tel Aviv, excluyendo infraestructuras y objetivos civiles. Israel ha enviado mensajes diplomáticos a Irán y Líbano, indicando que está dispuesto a entrar en guerra total si los grupos respaldados por Irán realizan una respuesta que cause daños significativos en el país.
El Pentágono ha movilizado varios buques de guerra en la región, y el nivel de alerta está al máximo, mientras se preparan para una posible escalada del conflicto. La respuesta podría no materializarse hasta el entierro de Haniyeh en Doha el viernes, dando a EE.UU., Israel y sus aliados aproximadamente 72 horas para ajustar sus estrategias defensivas y ofensivas, si es que las tensiones no logran disminuir.
