PREOCUPACIÓN POR EXTORSIÓN

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Edward Amaya, secretario de Gobierno.

El secretario de Gobierno, Edward Amaya, ha reconocido la presencia de situaciones irregulares en la cárcel de Picaleña, ubicada en Ibagué, al referirse a ella como «la universidad de la extorsión».

Ilegal

Estos comentarios surgen en respuesta a las preocupaciones expresadas por la Policía del Tolima sobre el aumento de extorsiones provenientes del Centro de Atención Inmediata (Coiba) de la ciudad. Amaya admitió que el bloqueador de señal, destinado a evitar cobros violentos y actividades ilegales entre los reclusos y el exterior, no está en funcionamiento.

Autoridad

Esto facilita la realización de llamadas intimidatorias de forma permanente desde la cárcel. «Una de las cosas que nos ha prometido la Policía es que se van a concentrar en las extorsiones porque es un delito que está aumentando en todo el país. El bloqueador de señal no está funcionando; en el Comité de Orden Público hablamos sobre la posibilidad de nosotros aportar, pero parece que no se puede», afirmó el secretario.

Combatir

En este contexto, la responsabilidad de adquirir el dispositivo que interrumpe las comunicaciones recae en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC). La falta de funcionamiento del bloqueador de señal representa un obstáculo significativo en los esfuerzos por combatir las extorsiones desde la cárcel de Picaleña. Las autoridades locales y nacionales están trabajando en conjunto para abordar este problema y prevenir futuros casos de extorsión que puedan surgir desde el interior del centro carcelario. Sin embargo, la falta de un bloqueador de señal funcional plantea un desafío adicional en la lucha contra este delito en la región.


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