La Universidad Nacional de Colombia atraviesa un clima de tensión luego de que circularan amenazas de muerte dirigidas a varios funcionarios, las cuales fueron encontradas en baños, pasillos y muros de distintas sedes del campus. Los mensajes, escritos de manera anónima, mencionan nombres específicos de directivos y profesores, lo que ha encendido las alertas en la comunidad académica. Ante esta situación, la rectoría rechazó contundentemente los actos intimidatorios y anunció el fortalecimiento de las medidas de seguridad, además de una denuncia formal ante las autoridades competentes.

La Policía Metropolitana y la Fiscalía General asumieron la investigación para determinar el origen de las amenazas, que podrían estar relacionadas con conflictos internos, decisiones administrativas o incluso con intereses externos a la institución. Mientras tanto, la comunidad universitaria ha expresado su preocupación y exigido garantías para el libre ejercicio académico, pidiendo que se proteja la integridad de quienes han sido señalados. Los estudiantes también han solicitado espacios de diálogo para aclarar el contexto en el que surgieron los mensajes y evitar un ambiente de miedo dentro del campus.
Estos hechos se suman a una serie de tensiones que en los últimos meses han afectado a la Universidad Nacional, donde se han registrado protestas y divisiones por temas presupuestales y de gobierno universitario. Las autoridades insisten en que no permitirán que la violencia o las amenazas se conviertan en mecanismos de presión, recordando que la universidad debe ser un espacio de debate y pensamiento crítico, libre de intimidaciones. La comunidad educativa espera resultados rápidos que restablezcan la tranquilidad en una de las instituciones más importantes del país.
