Preocupa en Neiva la tala de árboles por falta de control y conciencia ambiental

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

En la ciudad de Neiva se ha registrado un aumento significativo de la tala de árboles en diversas zonas urbanas y rurales, un fenómeno que ha generado alarma entre la comunidad y las autoridades ambientales. La acción de remover arbolado se justifica a menudo por daños a infraestructura o interferencias con el alumbrado público, sin que se evalúe cabalmente el valor ecológico que estos árboles representan para el entorno metropolitano.

La corporación ambiental competente —Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM)— es responsable de emitir permisos de aprovechamiento forestal y determinar las compensaciones necesarias por cada remoción. Sin embargo, se evidencia una debilidad en el seguimiento sobre la ejecución de estas compensaciones y en la verificación de que éstas se realicen en los sitios adecuados.

Paralelamente, ediles locales informaron que el municipio carece de un plan de silvicultura urbana actualizado, lo que dificulta conocer con precisión cuántos árboles hay, qué especies dominan, su estado fitosanitario o su ubicación exacta en la ciudad. Esta laguna de información complica el diseño de estrategias para conservar y manejar el arbolado en condiciones de expansión urbana.

La falta de control y planificación ha desencadenado tensiones socioambientales: la expansión de la ciudad avanza sobre ecosistemas estratégicos y espacios verdes, lo que puede afectar la biodiversidad local y alterar el equilibrio ecológico del territorio. Frente a esta realidad, especialistas llaman a acciones urgentes que combinen control reglamentario, implementación de inventarios, educación ciudadana y fortalecimiento de la ética ambiental.

La ciudadanía también tiene un papel clave: promover la conciencia sobre el valor ambiental de los árboles, denunciar remociones ilegales y exigir que las intervenciones estén acompañadas por medidas de restauración o compensación efectivas. De lo contrario, el deterioro del paisaje arbóreo urbano podría derivar en pérdidas significativas de bienestar, sombra, captación de agua y biodiversidad.


Compartir en