Precaución por la falta de vigilancia

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Alias ‘Tata’ al parecer tiene acceso a internet dentro de una de las cárceles de máxima seguridad.

La falta de control y vigilancia en el Coiba de Picaleña, en Ibagué, ha puesto en evidencia un preocupante problema de seguridad. Según información revelada por varios medios de comunicación, se muestra cómo varias personas privadas de la libertad no solo tienen acceso a teléfonos móviles, sino que además utilizan redes sociales como TikTok desde el pabellón de mujeres, donde una reclusa identificada como alias ‘Tata’ se ha vuelto popular por subir videos de baile y canciones junto a sus compañeras.

Alarma

Esta situación plantea serias dudas sobre la seguridad en el Coiba y la permisividad que permite a los reclusos acceder a tecnología que, en muchos casos, facilita la comisión de extorsiones y delitos desde dentro de la cárcel. Habitantes de las zonas cercanas a la cárcel, quienes en su mayoría experimentan problemas de señal, ven con asombro cómo dentro del penal hay reclusos que mantienen sus perfiles actualizados y activos.

Un ciudadano que prefirió mantenerse en el anonimato denunció esta situación, destacando que el acceso a dispositivos móviles en el centro penitenciario no solo permite entretenimiento a los reclusos, sino que también representa un riesgo de seguridad. «Es increíble cómo se les permite hacer videos y subirlos a redes sociales, esto se presta para que puedan realizar actos ilícitos sin ninguna restricción», afirmó.

Atención

Por otro lado, la falta de supervisión en el Coiba de Picaleña ha generado preocupación entre la comunidad, que exige respuestas sobre cómo es posible que dispositivos prohibidos circulen libremente entre los reclusos y a su vez no se entiende cómo puede existir tanta falta de control en estos lugares donde se supone que son de máxima seguridad, situaciones como esta pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos, quienes se ven expuestos a potenciales extorsiones y delitos gestados desde el penal.

Ante este panorama, es fundamental que desde las autoridades pertinentes y la administración municipal tomen medidas inmediatas para reforzar la seguridad y restringir el acceso a estos dispositivos, cumpliendo con el régimen penitenciario, “nosotros como ciudadanos solo exigimos soluciones pues para nadie es un secreto que el uso de la tecnología en estos lugares está al servicio de la delincuencia” concluyó un habitante afectado del sector.


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