Evidencias y testigos clave complican la situación del expresidente del CNE en el juicio
El huilense Álvaro Hernán Prada, presidente del Consejo Nacional Electoral, enfrenta señalamientos por su presunta participación en un plan para lograr la retractación de un testigo clave en el caso contra el expresidente Álvaro Uribe. Esta red de presión y manipulación se habría tejido en ciudades del Huila y Caquetá, incluyendo Neiva, Pitalito, Garzón y Florencia.
Pruebas y material probatorio
El caso cuenta con una serie de pruebas, entre ellas audios de llamadas telefónicas, mensajes de voz y texto, que fueron presentadas recientemente en el juicio oral. Aunque en un principio fueron rechazadas por la jueza del caso, el Tribunal Superior de Bogotá autorizó su incorporación, consolidando así el expediente contra los implicados.
La figura de ‘Caliche’
Un actor clave en la investigación es Carlos Eduardo López Callejas, alias ‘Caliche’, quien actuó como intermediario con Juan Guillermo Monsalve, el testigo que se buscaba que se retractara. Según la investigación, a Monsalve se le habría ofrecido beneficios, incluyendo una posible reducción de su condena, a cambio de modificar su testimonio.
Fiscalía busca condena
La Fiscalía, a través de la fiscal primera delegada ante la Corte, Marlene Orjuela Rodríguez, utilizará las evidencias para sustentar su solicitud de sentencia condenatoria por soborno a testigos y fraude procesal. El material probatorio incluye 16 audios, cuatro capturas de pantalla con mensajes de texto y tres informes forenses de extracción digital.
Juicio en curso
El proceso continúa con la participación de testigos clave, como el investigador Óscar Valero y otros colaboradores. Además, se espera que rindan declaración Álvaro Hernán Prada, Carlos Eduardo López Callejas, Juan Guillermo Monsalve y Rodrigo Vidal Perdomo, considerados piezas fundamentales en el caso.
El juicio, que ha generado gran expectativa en el país, seguirá su curso el lunes 10 de febrero en Bogotá, donde se espera que las pruebas sean determinantes para la resolución del caso. Se prevé que la Fiscalía continúe presentando pruebas contundentes que fortalezcan su acusación, mientras que la defensa de los implicados buscará desestimar los señalamientos con argumentos jurídicos que cuestionen la validez de las pruebas y los testimonios presentados.
Además, diversos sectores políticos y organizaciones defensoras de los derechos humanos han manifestado su interés en el caso, argumentando que su desenlace podría marcar un precedente en la lucha contra la manipulación de la justicia en el país. La comunidad internacional también sigue de cerca el proceso, pues este ha generado un amplio debate sobre la independencia de las instituciones judiciales en Colombia.
Con la comparecencia de nuevos testigos y la presentación de pruebas adicionales en las próximas audiencias, se espera que el juicio avance con celeridad. Sin embargo, aún no se descarta la posibilidad de que la defensa solicite nuevas pruebas o dilaciones en el proceso, lo que podría extender el tiempo de resolución del caso.
Este panorama podría generar incertidumbre sobre el futuro del proceso y prolongar la expectativa en torno al desenlace de uno de los juicios más mediáticos de los últimos años. La opinión pública y los medios de comunicación seguirán atentos a cada avance, dado el impacto político y social de este caso en Colombia.



