Desde el corazón de Neiva, en plena efervescencia de las festividades sampedrinas, el presidente del Consejo Nacional Electoral, Álvaro Hernán Prada, salió al paso de los señalamientos que lo vinculan con supuestos intentos de manipular el testimonio de Juan Guillermo Monsalve, testigo clave en el proceso judicial contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Rechaza acusaciones
Durante la audiencia del pasado 24 de junio, Prada negó tajantemente haber presionado o buscado alterar las versiones de Monsalve. “No he cometido ninguna ilegalidad. Fue Monsalve quien quiso acercarse al entorno de Uribe”, enfatizó el dirigente, asegurando que cuenta con pruebas suficientes para demostrar su inocencia ante la justicia y la opinión pública.
El caso ha despertado controversia nacional, pues forma parte de uno de los procesos judiciales más mediáticos y sensibles de la historia reciente del país. La Fiscalía, por su parte, mantiene firme su tesis y ha solicitado una sentencia condenatoria contra el exmandatario, sustentada en pruebas como chats de WhatsApp y declaraciones de testigos.
Debate político encendido
El pronunciamiento de Prada ha intensificado el debate en sectores políticos y mediáticos, generando opiniones divididas. Mientras algunos defienden la versión del presidente del CNE, otros piden esclarecer completamente los hechos para salvaguardar la confianza en las instituciones y en el sistema democrático.
Prada reiteró su compromiso de afrontar el proceso con transparencia y aseguró que no permitirá que su nombre ni su carrera política sean utilizados como herramienta de persecución judicial o política.
Proceso continúa
La audiencia de conclusiones dejó claro que el caso Uribe sigue siendo un foco de tensiones políticas, legales y mediáticas. En tanto, Prada continúa en el centro de la polémica, decidido a defender su nombre hasta el final.




