El postre Napoleón, también conocido como milhojas, es una joya de la repostería clásica. Sus capas de hojaldre dorado, intercaladas con una suave crema pastelera, conquistan por su textura ligera y su presentación refinada. Aunque su origen exacto es debatido, su presencia en mesas de todo el mundo confirma su estatus como un favorito universal.
Un clásico que no pasa de moda
Preparar este postre no requiere técnicas complicadas ni ingredientes exóticos. Lo esencial es una buena masa de hojaldre y una crema pastelera bien ejecutada. Con unos pocos pasos, puedes lograr un resultado digno de vitrina de pastelería. Es ideal para ocasiones especiales o como cierre elegante de una comida familiar.
Ingredientes que necesitas
1.-Para la masa:
- 1 lámina de masa de hojaldre (puede ser comprada)
2.-Para la crema pastelera:
- 500 ml de leche
- 4 yemas de huevo
- 100 g de azúcar
- 40 g de maicena
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
3.-Para el glaseado (opcional):
- Azúcar glas
- Unas gotas de agua o jugo de limón
- Chocolate derretido para decorar
Paso a paso: del horno al paladar
Primero, hornea la masa. Estírala y córtala en tres rectángulos iguales. Pínchalos con un tenedor para evitar que suban demasiado y hornea a 200 °C durante 12-15 minutos, hasta que estén dorados y crujientes.
Mientras tanto, prepara la crema pastelera. Calienta la leche con la vainilla. Aparte, mezcla las yemas, el azúcar y la maicena. Vierte la leche caliente sobre la mezcla poco a poco, remueve y vuelve a llevar al fuego hasta que espese. Deja enfriar bien.
Con todo listo, arma el postre. Coloca una lámina de hojaldre, cúbrela con crema, repite el proceso y finaliza con la tercera capa de masa. Si deseas un toque más vistoso, puedes cubrir con glaseado y decorar con hilos de chocolate.
Un dulce que siempre sorprende
Llévalo al refrigerador al menos dos horas antes de servir. Así, las capas se asientan y el corte resulta perfecto. Puedes acompañarlo con frutas frescas, una salsa de frutos rojos o simplemente dejar que brille por sí solo.
El Postre Napoleón demuestra que la elegancia no está reñida con la sencillez. Anímate a prepararlo y sorprende a tus invitados con este clásico atemporal.




