Riesgo de colapso obliga a suspender clases por seguridad, padres y directivos exigen intervención urgente
La comunidad educativa de la sede San Francisco, perteneciente a la Institución Educativa Calzaro Cines, en zona rural, se encuentra en alerta por el inminente colapso de un poste de energía eléctrica que representa un grave peligro para estudiantes, docentes y personal administrativo. Ante la falta de respuesta de las autoridades competentes, se tomó la decisión de suspender las clases hasta que se garantice la seguridad en el entorno escolar.
Rubiela Perdomo, presidenta de junta de San Francisco junto con la comunidad ya han enviado los respectivos comunicados a la Secretaria de Educación, presentando el llamado y llegando a una visita, que aun siguen esperando. Camilo Trujillo Chávez, personera estudiantil, denunció públicamente la situación, explicando que el poste se encuentra en una posición inestable tras un derrumbe en el terreno. “Es un peligro para todos los estudiantes, que son aproximadamente 143. Podría generar un corto o una tragedia”, afirmó.
Preocupación
La preocupación no solo afecta a los directivos y docentes, sino también a padres de familia y a los propios alumnos, quienes manifiestan sentirse inseguros al asistir a clases bajo estas condiciones. “Los profesores han decidido no continuar las actividades escolares hasta que las autoridades vengan y den una solución. Este riesgo no puede seguir ignorándose”, insistió Trujillo.
Según testimonios, el poste dañado se encuentra junto a un área transitada por los estudiantes, lo que agrava el riesgo de accidentes. La situación ha sido informada a las entidades territoriales, pero hasta ahora no ha habido presencia de operarios o funcionarios que evalúen ni reparen el daño.
Llamado urgente
Desde la institución se hace un llamado urgente a la administración municipal, la Secretaría de Educación y la empresa prestadora del servicio eléctrico para que intervengan de manera inmediata. «No estamos pidiendo lujos ni mejoras, simplemente que se atienda un peligro real y urgente para evitar una tragedia», agregan desde la dirección.
El caso de la sede San Francisco pone en evidencia los retos que aún enfrentan las instituciones rurales en cuanto a infraestructura básica y condiciones mínimas de seguridad. Mientras tanto, 143 estudiantes permanecen sin clases, esperando que las autoridades tomen acciones concretas.
Padres de familia advierten que no enviarán a sus hijos al plantel mientras persista el riesgo. “Antes que la educación, está la vida de nuestros niños”, expresó una madre preocupada. La comunidad espera no solo una solución inmediata, sino también un plan de prevención de riesgos estructurales en las escuelas rurales del municipio.
