Si has notado que tu loro se arranca las plumas, es importante actuar de inmediato. Este comportamiento, conocido como picaje o autodeplumado, puede indicar problemas de salud o desequilibrios emocionales. Identificar la causa es el primer paso para ayudar a tu ave a recuperar su bienestar.
Estrés y soledad: causas emocionales del picaje
Los loros son animales muy sociales e inteligentes. En libertad, viven en bandadas y se mantienen activos todo el día. Cuando están en cautiverio, la falta de interacción o de estímulos mentales puede causarles estrés, aburrimiento o depresión. Estos factores suelen ser los más comunes cuando un loro empieza a arrancarse sus propias plumas.
Cambios en la rutina, ruidos intensos o la ausencia prolongada de su cuidador también pueden generar ansiedad. En estos casos, el picaje se convierte en una forma de liberar tensión.
Problemas de salud: lo que puede haber detrás
Además del factor emocional, algunas enfermedades físicas también pueden causar picaje. Infecciones cutáneas, parásitos, alergias o incluso dolor interno pueden llevar al loro a arrancarse las plumas de una zona específica. También es posible que la alimentación deficiente —especialmente en vitamina A o ácidos grasos— contribuya a problemas en la piel y el plumaje.
Por eso, es esencial una revisión con un veterinario especializado en aves, para descartar causas médicas.
Ambientes pobres en estímulos
Una jaula pequeña, la ausencia de juguetes o la falta de variedad en su entorno puede desencadenar conductas autodestructivas. Los loros necesitan un ambiente enriquecido que los mantenga física y mentalmente activos.
Incluir juguetes, perchas de diferentes texturas, elementos que pueda manipular y juegos de búsqueda de alimento mejora su calidad de vida y reduce el estrés.
¿Cómo ayudar a tu loro?
- Acude al veterinario para descartar causas físicas.
- Mejora su dieta con frutas, verduras y pellets de calidad.
- Enriquece su entorno con juguetes y juegos.
- Dedícale tiempo e interacción diaria.
- Evita castigos: no ayudan y pueden agravar el problema.
Con los cuidados adecuados y una atención oportuna, tu loro puede recuperar su plumaje y, sobre todo, su bienestar emocional.




