La respuesta es muy sencilla. Según los meteorólogos del Instituto Colombiano de Meteorología y Adecuación de Tierras (Himat), la causa radica en los cerros que pertenecen al sistema montañoso que rodea la ciudad.
Como son los más grandes, las corrientes de aire pegan allí, suben y provocan los aguaceros. La intensidad de estos dependen del calor del aire y la cantidad de nubes.
La temporada invernal en Colombia se extenderá hasta el segundo semestre de este año, señaló este viernes el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam.
De acuerdo con las previsiones de la entidad, el fenómeno de La Niña, que ha producido un incremento de las lluvias en el país, se mantendrá hasta comienzos de diciembre.
El efecto de “La Niña” en nuestro país se caracteriza por un aumento considerable de las precipitaciones (anomalías positivas) y una disminución de las temperaturas (anomalías negativas) en las regiones Andina, Caribe y Pacífica, así como en áreas del piedemonte de los Llanos orientales, mientras que en la zona oriental (Orinoquía y Amazonía), dichas variables tienden a un comportamiento cercano a lo normal, sin ser muy claro el patrón climatológico ante la presencia de un evento frío. La ocurrencia de un fenómeno como “La Niña”, sugiere un acoplamiento del océano y la atmósfera y de acuerdo con lo expuesto a final de enero de 2011 por la Organización Meteorológica Mundial (por consenso de diversos centros climáticos del mundo), “…este episodio (“La Niña”), se ha caracterizado por un importante componente atmosférico y, según revelan los indicadores correspondientes, se trata de uno de los episodios más intensos del último siglo, con un fuerte acoplamiento océano-atmósfera.”




