¿Por qué las memorias USB están quedando obsoletas?

Los dispositivos USB portátiles que durante años fueron imprescindibles para guardar y transferir archivos, están siendo desplazados por nuevas tecnologías más rápidas, versátiles y seguras.
memorias USB
[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

Los dispositivos USB portátiles que durante años fueron imprescindibles para guardar y transferir archivos, están siendo desplazados por nuevas tecnologías más rápidas, versátiles y seguras.


Las memorias USB, también conocidas como pendrives o unidades flash, protagonizaron dos décadas de revolución tecnológica en el mundo del almacenamiento portátil. Permitirían compartir documentos, presentar trabajos universitarios o llevar archivos entre dispositivos con tan solo enchufarlas. Sin embargo, actualmente están perdiendo terreno y es cada vez más claro que se encaminan hacia la obsolescencia.

Principales razones de su declive

  1. Capacidad insuficiente para los tiempos actuales:
    Aunque algunos modelos alcanzan los 2 TB, en la práctica muchos usuarios se encuentran con equipos de 64 GB a 512 GB, que resultan limitados para almacenar vídeos en 4K, proyectos profesionales o backups completos.
  2. Velocidad de transferencia inferior:
    Los pendrives comunes siguen empleando memorias flash más lentas, lo que hace que copiar archivos grandes demore varios minutos. En contraste, los discos SSD externos conectados por USB-C o Thunderbolt permiten tasas mucho mayores.
  3. Cambio de conectores y estándares:
    La desaparición progresiva del puerto USB-A a favor del USB-C complica aún más la compatibilidad de los pendrives tradicionales en nuevos equipos.

¿Cuáles son las alternativas que están tomando su lugar?

  • Almacenamiento en la nube: Plataformas como Google Drive, OneDrive o Dropbox permiten acceder a archivos desde cualquier dispositivo, en cualquier momento, sin necesidad de llevar un soporte físico.
  • Discos SSD externos portátiles: Con capacidades elevadas y conexiones rápidas (USB-C, Thunderbolt), se han convertido en la opción predilecta para usuarios que manejan grandes volúmenes de datos.
  • Tarjetas SD/microSD de alta velocidad: Ideales para cámaras, móviles y otros dispositivos portátiles, ofrecen gran compatibilidad y precio por gigabyte competitivo.
  • Proyectos de almacenamiento futurista: Tecnologías emergentes como cristales grabados con láser (por ejemplo, el proyecto de Microsoft Research, Project Silica) plantean soportes permanentes para el archivo de datos a largo plazo.

¿Significa esto que los pendrives desaparecerán de un día para otro?

No exactamente. Aunque ya no sean la opción principal para muchos usuarios, aún cumplen funciones específicas y puntuales: trasladar archivos pequeños, compartir documentos sin internet o como herramienta de emergencia. No obstante, su uso cotidiano está decayendo y ya se perfilan como herramientas de nicho o de respaldo.

En conclusión

El pendrive fue el aliado de una generación que quería movilidad, simplicidad y portabilidad. Pero el contexto digital evoluciona: más datos, más velocidad, más exigencia. Los dispositivos tradicionales ya no se adaptan a ese ritmo y han quedado en el camino.

Lo que antes era sinónimo de conveniencia hoy tiene alternativas que ofrecen mayor capacidad, velocidad y conectividad. Así, la pregunta no es solo “¿me llevo un pendrive?”, sino “¿qué herramienta necesito para mis datos en el mundo 2025?”. Porque en ese entorno, el pendrive ya no marca el paso.


Compartir en