Aunque no se han presentado enfrentamientos ni altercados fuertes, el alcalde del municipio de San Pablo de Borbur, Carlos Alberto Castellanos Gómez, decidió cortar por lo sano y el pasado fin de semana declaró el toque de queda sectorizado al vecindario de la bocamina de la Paz que la opera la empresa Fura Gems.
“Un grupo de personas ingresó a uno de los lugares en los que la empresa almacena los estériles, cerca de la banda de lavado y decidió sacar esas tierras en lonas para guaquear, lo cual no está permitido por esa multinacional, por lo que tuvimos que tomar medidas para evitar más problemas”, indicó Carlos Castellanos, mandatario.
Según el informe, fue un grupo de entre 20 y 30 personas las que decidieron entrar, pero la Policía los logró dispersar sin que la situación se complicara.
“Fue un toque de queda sectorizado a tres kilómetros alrededor de la mina, una intercepción entre Mata Redonda La Paz y el sector de Santa Bárbara la Paz para evitar que se repitieran estos líos”, comunicó el dirigente.
El sábado pasado, tras los hechos presentados la noche del viernes, se adelantó un consejo extraordinario de seguridad en el que se determinó tomar la medida, a través del Puesto de Mando Unificado.
“En San Pablo de Borbur no hay manejo de estériles como en Muzo o Maripí, ellos tienen una licencia para la disposición final de sus tierras y ellos le siembran cobertura vegetal a esos estériles, pero no permiten el acceso a lavar esa tierra”, dijo el burgomaestre.
A San Pablo de Borbur llegan buscando trabajo habitantes de Muzo, Maripí, Otanche y la dependencia económica del sector minero se concentra el 70 por ciento de la población del municipio, sin contar con unas 4.000 personas que han llegado al sector de Coscuez.




