Los expertos afirman que el violento terremoto que sacudió Birmania el viernes fue probablemente el más fuerte registrado en el país en décadas y, basándose en modelizaciones de catástrofes, pronostican que podría haber decenas de miles de muertos.
“Cabe esperar un gran número de víctimas y daños significativos, y es probable que la zona de la catástrofe se extienda”, afirmó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que localizó el epicentro del sismo, de magnitud 7,7 y poca profundidad, cerca de la ciudad birmana de Mandalay, donde viven más de un millón de personas. El último balance difundido el sábado por la junta en el poder en Birmania era de más de 1.000 fallecidos y más de 2.000 heridos.
Falla peligrosa
Bill McGuire, profesor en geofísica y riesgos climáticos de la University College London (UCL), aseguró que se trataba “probablemente del mayor sismo en Birmania” en los últimos 75 años.
Pocos minutos después de la primera sacudida, se produjo otro temblor de magnitud 6,7 y, según McGuire, “se esperan otras réplicas”.
Para explicar este terremoto, Rebecca Bell, experta en tectónica en el Imperial College London, habla de un movimiento de superposición lateral de la falla de Sagaing.
Es en esa zona que la placa tectónica india, al oeste, se une con la placa de Sunda, que forma una gran parte del Sudeste Asiático –una falla parecida en tamaño y movimiento a la de San Andrés en California.




