La streamer y youtuber, Kristina ‘Kika’ Dukic, de 21 años, fue encontrada muerta en su casa de Belgrado, en Serbia, tras sufrir años de ciberbullying. Las críticas no solo provenían de otros influencers serbios, sino que en cada uno de sus contenidos había cientos de cuentas troll insultando y acosándola. El suicidio de la joven, que tenía más de un millón de seguidores en Instagram, YouTube y Twitch, fue confirmado por su madre Natasa Dukic en una historia de Instagram en la que contó el sufrimiento que atravesaba ‘Kika’. La joven era muy reconocida principalmente por sus videos jugando videojuegos ‘League of Legends y Counter Strike: Global Offensive’. Comenzó a tomar notoriedad en Internet en 2015 cuando se destacó jugando Minecraft, aunque también publicó blogs y otro tipo de videos en YouTube.
Una de las amigas más cercanas de la influencer, Mira Vladisavljevic, también confirmó el suicidio: “Ocurrió algo terrible. Hago un llamado a todos los medios de comunicación para que informen cuidadosamente sobre este caso y sobre la chica que luchó contra el bullying durante cinco años”. Dukic llevaba meses dejando pistas en sus publicaciones sobre la pesadilla que atravesaba. Mensajes de odio, críticas por su aspecto físico producto de las cirugías estéticas que se hizo formaban parte del odio, que incluían frases incitándola a que se suicidara. En sus videos, Dukic decía que sólo quería ser feliz y afirmaba sentir que nada de lo que hacía era suficiente para los demás.



