Por amenazas líderes sociales metenses abandonaron el país

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Eric Calderón García y Anngie Paola Hernández Campos, una pareja colombiana, tuvo que abandonar su país y empezar una nueva vida en el exterior después de recibir amenazas por su labor con una fundación que trabajaba con reinsertados en el departamento del Meta.

Su labor

Anngie, quien siempre ha sentido un especial interés por el trabajo social y el aporte a la transformación del territorio, realizó durante un largo tiempo una loable labor con esta población, contribuyendo en su proceso educativo y personal.

Amenazas

Sin embargo, a pesar de su interés por contribuir en el cambio de vida de esta población, algunos de los reinsertados no quisieron cambiar su forma de vida y habían vuelto a la criminalidad. Fue entonces cuando Anngie, quien los aconsejaba para que no delinquieran, comenzó a recibir amenazas. Al principio, las intimidaciones fueron telefónicas, pero pronto se convirtieron en notas y mensajes que mostraban el pleno conocimiento que tenían sobre ella y su familia.

En una ocasión, Anngie fue interceptada por sujetos que la encañonaron y la amenazaron de muerte. Le dijeron que sabían que tenía una hija y que no tenían temor de acabar con su vida si no se alejaba del tema.

Después de este hecho, la pareja decidió que era momento de dejar su labor y pensar primero en su seguridad. Sin embargo, incluso después de abandonar su trabajo, Anngie siguió recibiendo amenazas. En una ocasión, le llegó una carta a su casa de Villavicencio, donde le decían que ya sabían dónde vivía y quién era su familia.

Sin opción

Fue entonces cuando determinaron que, no tenían otra opción que salir del país. Eric había viajado al exterior unos meses antes para buscar nuevas oportunidades laborales, y Anngie se unió a él poco después. La pareja ahora vive en el exterior, donde han empezado a reconstruir sus vidas junto a su pequeña hija. Sin embargo, no han podido olvidar la experiencia que vivieron en Colombia y la sensación de terror que les produjeron las amenazas.

Lo vivido por Anngie es un ejemplo de la violencia y la intimidación que enfrentan muchas personas en Colombia que trabajan con reinsertados o que se oponen a la criminalidad, y un recordatorio de la importancia de proteger a quienes trabajan por la paz y la justicia en el país.

Las fronteras, más allá de ser las líneas que marcan el fin de un país y el inicio de otro, como consecuencia del conflicto armado interno, también se han convertido en la ruta de escape para miles de colombianos que huyen del país con el fin de proteger sus vidas y las de sus familias.


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