Huyendo de las amenazas del ELN y llamadas extorsivas, presuntamente del mismo grupo armado ilegal, llegó a Bucaramanga el exalcalde de Gámbita y actual funcionario de la Contraloría General de la Nación, William Herrera.
El exmandatario vivía con su esposa en una finca de propiedad de la familia en la vereda Costa Rica, del municipio de Mistrató, Risaralda, lugar que tuvo que abandonar en los últimos días.
“Las amenazas iniciaron desde el mes de noviembre de 2021. Iniciaron con llamadas extorsivas de presuntos integrantes del ELN a varias personas de la vereda Costa Rica en Mistrató, Risaralda, donde mi ayudante recibe una llamada en la que le pidieron $7 millones para la organización”, indicó el exalcalde de Gámbita.
Aunque acudieron al Gaula en la ciudad de Pereira para instaurar la denuncia, no se las recibieron porque la extorsión no se materializó.
“Escucharon nuestra situación, no nos recibieron nuestro denuncio porque el delito no se había consumado, pero fueron llamadas a varias personas en la vereda a una de ellas la amenazaron y le tocó consignar plata”, aseguró Herrera.
Pese a ello siguió trabajando desde su finca de manera virtual en sus funciones como profesional universitario en la Contraloría General de la Nación, pero la situación que lo obligó a abandonar el municipio fue varios letreros alusivos al ELN que aparecieron en las paredes de la casa.