Popayán sigue sin doble calzada en la Panamericana

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El olvido vial del Cauca

Mientras otras ciudades intermedias del suroccidente colombiano cuentan con doble calzada para mejorar la movilidad y reducir accidentes, Popayán sigue condenada a una carretera obsoleta y peligrosa. La falta de voluntad política y la indiferencia del gobierno han convertido esta situación en un reflejo del centralismo que afecta al Cauca.

El líder político y social Santiago Zambrano ha denunciado que Popayán es la única ciudad en la ruta Panamericana entre Cali y Pasto que no tiene garantizada una doble calzada. A pesar de los reclamos de la ciudadanía y los constantes accidentes que evidencian la urgencia de la obra, el gobierno nacional no ha priorizado esta inversión. La falta de infraestructura adecuada no solo retrasa el desarrollo de la región, sino que también pone en riesgo la vida de quienes transitan por esta vía.

Años de promesas incumplidas

Desde 2015, sectores sociales han exigido que la obra se convierta en una realidad. Sin embargo, los gobernantes de turno han ignorado el clamor ciudadano. La doble calzada Popayán-Santander de Quilichao avanzó sin incluir a la capital caucana en su trazado, dejando la ejecución de este tramo en la incertidumbre. Recientemente, se anunció su inclusión en la licitación El Estanquillo-Popayán, pero a través de una Asociación Público-Privada (APP) que enfrenta serios problemas financieros. Esto pone en duda su ejecución en un tiempo razonable y aumenta la desconfianza de la comunidad, que ha visto cómo otros proyectos similares terminan en el abandono.

Inversión cuestionada y falta de voluntad política

El gobierno ha demostrado que sus anuncios no siempre se traducen en acciones. La falta de recursos públicos destinados a esta obra es una muestra de la negligencia con la que se manejan los proyectos estratégicos en el país. Con los sobrecostos de otras obras viales o el dinero dilapidado en corrupción, esta carretera ya debería ser una realidad. Sin embargo, el Cauca sigue fuera de las prioridades nacionales.

Es evidente que los dirigentes locales tampoco han defendido con suficiente firmeza esta obra. Gobernadores y alcaldes han pasado sin asumirla como una lucha prioritaria, dejando a Popayán rezagada en términos de infraestructura y competitividad.

Una vía peligrosa y una comunidad en riesgo

Además del atraso económico que implica la falta de una doble calzada, la actual carretera sigue siendo escenario de múltiples accidentes, muchos de ellos fatales. La falta de una infraestructura segura pone en riesgo la vida de miles de personas que transitan diariamente por esta ruta. Los habitantes del Cauca se preguntan cuántas tragedias más deben ocurrir para que el gobierno tome medidas concretas. La falta de inversión en infraestructura no solo afecta la economía, sino que también cobra vidas, convirtiendo esta situación en un problema urgente de seguridad vial.

El llamado a la acción

Es momento de que los congresistas y líderes políticos del departamento exijan soluciones concretas. No basta con discursos y promesas sin cumplimiento. Popayán no puede seguir esperando indefinidamente. La doble calzada es una necesidad urgente, no un lujo ni un capricho. El gobierno debe actuar ya y garantizar su construcción sin más excusas. La comunidad no puede seguir soportando la indiferencia de quienes tienen el poder de cambiar esta realidad.


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