Popayán no puede seguir brillando solo una semana al año

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Una ciudad que se luce solo en Semana Santa

Durante una reciente sesión del Concejo Municipal de Popayán, el presidente de la corporación, Alexander Trujillo, hizo un enérgico llamado a repensar el modelo de ciudad. Según el cabildante, Popayán no puede seguir siendo una ciudad que solo se muestra al país durante la Semana Santa, mientras el resto del año permanece en el olvido institucional y la inacción administrativa. «Somos una mina de oro turística, pero nos comportamos como si no supiéramos lo que tenemos», afirmó.

“Esto no es solo un problema político, es un compromiso con Popayán”

Trujillo se refirió también al desgobierno y la falta de coherencia en la gestión territorial. Criticó que el alcalde Juan Carlos Muñoz prefiera hacer presencia en medios nacionales mientras en la ciudad aumentan los reclamos por el abandono en temas clave como infraestructura, movilidad y cultura. «El alcalde podrá estar ocho días en televisión, pero eso no tapa lo que vivimos todos los días», enfatizó.

Entre vitrinas y abandono

En su intervención, el presidente del Concejo denunció el contraste entre la imagen pulida que se vende durante la Semana Mayor y el deterioro urbano que afecta a los ciudadanos el resto del año. Puso como ejemplo los grafitis sobre fachadas patrimoniales, cuestionando si quienes los hacen realmente sienten algún arraigo o respeto por Popayán. «No destruyamos esta ciudad, cuidémosla.»

Trujillo insistió en que no se trata de una crítica vacía, sino de un llamado urgente a actuar. Dijo que si hay funcionarios que no responden al clamor ciudadano, deben apartarse del cargo. «No es cuestión de colores políticos, es cuestión de compromiso. Popayán no puede seguir secuestrada por la inercia administrativa.»

Una ciudad para vivir, no solo para mostrar

Finalmente, propuso que una vez finalizada la Semana Santa se presente un balance real de su impacto. «No para aplaudir lo obvio, sino para corregir lo que sigue fallando y planear el futuro con coherencia», puntualizó Trujillo. Su intervención, más que un reclamo, fue un llamado a transformar a Popayán en una ciudad viva y activa los 365 días del año.


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