Una amenaza diaria en las carreteras
Ser camionero en Colombia nunca ha sido fácil. Los robos, las jornadas extenuantes y los accidentes son parte del oficio, pero ahora se suma un enemigo silencioso y cada vez más agresivo: los polizones.
Lejos de ser simples aventureros buscando un medio de transporte, algunos de estos individuos se aferran a los camiones sin permiso, exigiendo con prepotencia ser llevados, insultando, amenazando y, en muchos casos, portando armas blancas. La situación es tan grave que la mayoría de los conductores en el país afirman que en casi todos sus viajes deben lidiar con este problema.
«Se suben sin que uno se dé cuenta, y en cualquier descuido, roban, agreden o hasta matan. Incluso algunos de estos personajes tienen relaciones sexuales en el trailer.”, relata un transportador con indignación.
Conductores atrapados entre la impotencia y el miedo
Los camioneros no solo enfrentan el peligro de los polizones, sino también la indiferencia de las autoridades. Muchos reportan que cuando llaman a la policía, la respuesta suele ser: ‘llévelo hasta tal parte y allá lo dejan’, dejándolos desprotegidos y a merced de estos sujetos.
Los testimonios son contundentes:
- Emboscados en un peaje: Un transportador quedó atrapado en un peaje con un grupo de 30 polizones a la espera de que el conductor se moviera para montarse en su tráiler. Al ver el peligro, se negó a moverse hasta que la policía interviniera. Cuando llegaron los uniformados, intentaron negociar con el conductor, pero él se negaba a salir del peaje porque sabia lo que le esperaba y en efecto, al seguir su trayecto, los polizones se subieron y la única solución fue que los patrulleros escoltaran la tractomula por más de dos horas, hasta que, frustrados, los personajes descendieron del tráiler con cuchillos y palos.
- Bloqueo en plena vía: Otro transportador tuvo que atravesar su tractomula en una carretera nacional de Boyacá, negándose a avanzar al notar que un grupo de individuos había subido a su vehículo y lo estaban acosando. Solo la presión de otros conductores que se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo y el sonido ensordecedor de las bocinas, logró que los polizones se bajaran.
- Altaneros, agresivos y amenazantes: Conductores denuncian que algunos personas no solo exigen ser llevadas con actitud desafiante, sino que insultan, golpean las puertas de los camiones, rompen carpas, se roban partes del tráiler y amenazan con armas blancas cuando se les niega el traslado.
«Uno no sabe si es una persona buscando cómo llegar a otra ciudad o un delincuente que le va a hacer daño”, expresa el transportador.
Una problemática de alcance nacional
El problema no es exclusivo de Boyacá. A nivel nacional, los polizones son una constante en las vías principales del país. En 2024 en Antioquia, por ejemplo, se reportó que cada día al menos 40 personas viajaban como polizones, muchas de ellas en zonas críticas como la Y de Primavera en Caldas y el peaje del Trapiche en Barbosa; el gremio transportador denuncia que en los últimos dos años, al menos 20 conductores han sido asesinados en distintas carreteras del país en enfrentamientos con polizones y bandas criminales.
Consecuencias en la economía y la seguridad
La inseguridad en las carreteras colombianas ha generado pérdidas millonarias. Solo en el primer semestre de 2023, la piratería terrestre ocasionó pérdidas por $6.347 millones, afectando gravemente al sector del transporte .
Pero más allá, la crisis social detrás de este problema es profunda. Desempleo, pobreza y falta de oportunidades han llevado a muchas personas a recurrir a estos métodos para trasladarse entre ciudades. Sin embargo, lo que comenzó como una práctica informal, se ha transformado en una amenaza violenta, poniendo en riesgo la vida de conductores, pasajeros y la de los mismos polizones.
Lo que dice la ley: delitos y penas
Subirse sin permiso a un camión no es solo una imprudencia, es un delito. El Código Penal Colombiano establece sanciones por:
- Daño en bien ajeno (Artículo 265) – Si causan destrozos en el vehículo.
- Hurto (Artículo 239) – Si roban carga o pertenencias del conductor.
- Amenazas (Artículo 347) – Si intimidan a los transportadores.
- Violación de habitación ajena (Artículo 189) – Si intentan ingresar a la cabina del camión.
Dependiendo de la gravedad del caso, las penas pueden llegar hasta seis años de prisión.
«No es un caso aislado. Es el pan de cada día en las carreteras del país. La mayoría de conductores han vivido esta pesadilla.»
Los transportadores exigen soluciones urgentes
El sector transportador exige mayor presencia policial, controles más estrictos y estrategias reales para frenar la crisis. No solo piden protección para sus vidas, sino también para la carga que transportan y la estabilidad del sector.
«Nosotros movemos la economía del país, pero nos hemos sentido abandonados”, concluye el camionero con frustración.
Los conductores siguen arriesgando su vida en cada viaje, con el miedo constante de que el próximo polizón atente contra su labor e integridad.




