En octubre de 2025, Colombia registró una caída histórica del 42 % en el precio promedio de la energía en la bolsa eléctrica, un resultado que el Gobierno atribuye directamente al fortalecimiento de la generación mediante energías limpias, especialmente hidráulica, solar y biomasa. Según el Ministerio de Minas y Energía y el operador del mercado eléctrico XM, este descenso llevó el precio a 177 COP/kWh, la cifra más baja en un año y muy por debajo de los 305 COP/kWh de septiembre. En comparación con octubre de 2024 —cuando los precios llegaron a 1.560 COP/kWh por efectos climáticos y baja oferta— la reducción acumulada es del 89 %, marcando uno de los desplomes más significativos en la historia reciente del sistema eléctrico colombiano.
El informe explica que esta caída está directamente relacionada con un cambio en la matriz energética: en octubre de 2025, el 90 % de la energía generada en el país provino de fuentes renovables, principalmente hidráulica (83 %), seguida por energía solar (6 %) y biomasa (1 %). Solo el 10 % restante se generó en plantas térmicas, una proporción considerablemente menor a la de años anteriores. El Ministerio destacó que esta transformación se logró gracias a que Colombia pasó de tener 200 megavatios de capacidad instalada en fuentes renovables a más de 3.000 megavatios, es decir, un crecimiento por 15 en menos de tres años.
El Gobierno Nacional celebró estos resultados a través de sus canales oficiales, afirmando que la apuesta por las energías limpias está empezando a traducirse en beneficios concretos para los usuarios. Según la cartera de Minas, esta transformación hace parte de la estrategia de Democratización Energética, cuyo objetivo es que los hogares colombianos paguen tarifas más justas, estables y libres de prácticas especulativas. En esta dirección, el ministro Edwin Palma explicó que las políticas de almacenamiento de energía —como baterías a gran escala y sistemas híbridos— permitirán aprovechar la abundante energía solar generada durante el día para cubrir la demanda nocturna, reduciendo los picos de precios que históricamente han afectado a los consumidores.
El Gobierno sostiene que, con este modelo, Colombia se encamina a consolidarse como un país donde la electricidad es progresivamente más barata y menos dependiente de fluctuaciones climáticas extremas. Además, la expansión de las energías renovables no solo contribuye a bajar costos, sino que refuerza el compromiso del país con la transición energética global, un tema que el presidente Gustavo Petro ha defendido con fuerza ante la comunidad internacional, especialmente en los espacios climáticos como la COP 30.
En conjunto, estos resultados representan un avance significativo hacia un sistema eléctrico más sostenible, económico y confiable, en el que las energías renovables juegan un papel central en la estabilidad económica de los hogares y en la modernización del modelo energético nacional.




