Policía oriundo de Pasto fue asesinado a bala en Cauca

El pastuso Mario Guerrero fue ultimado al interior de un establecimiento comercial mientras descansaba.
Mario Guerrero, victima.
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Un hecho de sangre se presentó en contra de un nuevo miembro de la Policía Nacional quien sufrió un fatal atentado a mano armada, en este caso se trata del asesinato del uniformado oriundo de la ciudad de Pasto, Mario Fernando Guerrero Basante, quien se encontraba de civil en el momento que en sicarios en motocicleta segaron su vida.

Según información oficial, el hecho se habría presentado al interior de un establecimiento comercial en el municipio de Villa Rica, Norte del departamento del Cauca, escenario donde Guerrero prestaba su servicio.

En dicho lugar, llegaron dos sujetos a bordo de una motocicleta, quienes se bajaron del vehículo y sin mediar palabra alguna arremetieron a bala al agente policial, según la investigación uno de los asesinos le propino dos disparos dejándolo herido y posteriormente en el suelo fue rematado por el otro sicario para posteriormente darse a la huida sin dejar rastro alguno.

El caso a su citado gran controversia y se suma a los atentados perpetrados en contra de los miembros de la Policía Nacional. Compañeros y familiares piden a las autoridades y al gobierno no escatimar con las represarías necesarias que logren controlar la terrible situación del país.   

Este hecho dejó en alerta a las autoridades ya que Cntinua la violencia en el país contra miembros de las fuerzas armadas. Como se ha evidenciado, Colombia ha retrocedido en temas de seguridad reviviendo el infame ‘plan pistola’ que el fallecido narcotraficante Pablo Escobar implementó en la década de los 80’s.

Actualmente, la medida terrorista que pone precio a las cabezas de los miembros de la Policía Nacional, fue implementada por miembros del Clan del Golfo, grupo narcoterrorista que ha optado por la violencia máxima en sus zonas de incidencia tras la extradición de uno de sus cabecillas, alias Otoniel.

A raíz de estas manifestaciones bélicas, el número de bajas y atentados hacia policías se ha incrementado sustancialmente, todo ante la promesa de recompensas manchadas de sangre por la cabeza de los miembros de la institución judicial


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