En el aeropuerto internacional Alfonso Bonilla Aragón, ubicado en Palmira (Valle del Cauca), la Policía Nacional de Colombia frustró el intento de ingresar al país un arsenal procedente de Norteamérica. El hallazgo se produjo durante los controles de seguridad habituales en la zona de filtros de una aerolínea comercial, dentro del plan de seguridad implementado por la institución durante el puente festivo del Día de la Diversidad Étnica y Cultural.
De acuerdo con el reporte oficial, los uniformados detectaron una maleta sospechosa que había salido de Houston y Fort Lauderdale, con destino final en Cali. Al inspeccionarla, descubrieron un amplio cargamento de armas de fuego, fusiles, subfusiles, municiones y accesorios de diferentes calibres. El inventario incluyó dos pistolas calibre 5.56 mm, siete pistolas calibre 9 mm, una pistola calibre 22 mm, dos fusiles de distinto calibre (9 mm y 5.56 mm), un subfusil calibre 7.62 mm, además de una mira táctica, 20 proveedores para pistolas, siete proveedores para fusiles y cerca de 600 cartuchos de distintos calibres.
El material incautado fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, que inició la investigación correspondiente para determinar su procedencia y establecer posibles responsables. Hasta el momento no se reportan capturas relacionadas con el caso, pero las autoridades confirmaron que se busca identificar si el cargamento tenía como destino organizaciones criminales que operan en la región.
La Policía Nacional destacó que este resultado fue posible gracias a la inspección minuciosa de su personal en los filtros aeroportuarios, lo que permitió neutralizar un intento de ingreso ilegal de material bélico al país.
Este caso reaviva el debate sobre el rol de Estados Unidos como proveedor de armas en América Latina. Datos de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) revelan que en 2022, un tercio de las armas recuperadas por las fuerzas del Estado al crimen organizado en México provenían de ese país. En Centroamérica, la cifra alcanzó casi la mitad, evidenciando la fragilidad de los controles norteamericanos frente al tráfico de armas hacia la región.
En consecuencia, el hallazgo en Palmira no solo constituye una incautación relevante para la seguridad nacional, sino también un indicador de cómo el flujo de armamento desde Norteamérica continúa alimentando fenómenos de violencia y crimen organizado en Colombia y en gran parte de Latinoamérica.




