El municipio de Chiscas, en el norte de Boyacá, vive una profunda conmoción tras la muerte de Liliana Cruz, una trabajadora social de 25 años, quien falleció por un disparo que, según las investigaciones preliminares, fue accidental. El responsable del fatal incidente sería su esposo, el subteniente Haminton Ruiz Bolívar, comandante de la estación de Policía local.
¿Qué ocurrió?
Los hechos se remontan a la noche del 19 de noviembre, cuando la pareja se encontraba cenando en un local de comidas rápidas junto a otros uniformados. En ese momento, el oficial, alertado por un plan de seguridad (“plan defensa”) que estaba activo en la zona, manipuló su fusil de dotación. Según testigos, el subteniente estaba limpiando o revisando el arma cuando, de forma repentina, se disparó. El proyectil impactó en la cabeza de Liliana, que cayó de inmediato.
Tras el disparo, se generó pánico. Al parecer Ruiz subió a su esposa herida en una patrulla para llevarla a un centro médico, pero durante el traslado el vehículo se salió de la vía y volcó, según reportes de medios. Posteriormente, Liliana fue trasladada a otro hospital, pero no logró recuperarse.
Investigación y versiones
La Fiscalía, junto con una comisión de la Policía Nacional, ya adelantó las primeras diligencias para esclarecer si realmente fue un accidente o si hubo negligencia. El abogado del subteniente, Diego Coconobú, ha manifestado que el disparo se produjo “derivado de la manipulación errónea del fusil”. Además, aclaró que el incidente no ocurrió dentro de la estación policial, sino a unas tres cuadras de ella.
De acuerdo con Infobae, Ruiz llevaba apenas cuatro meses como comandante en esa estación policial, y él y Liliana eran conocidos por su trabajo comunitario: ella hacía parte del Plan de Intervenciones Colectivas (PIC), estrategia de salud pública que promovía acciones de prevención en la comunidad.
Reacción local y luto
El fallecimiento de Liliana ha causado dolor en Chiscas. Según medios locales, la pareja tenía buena relación con la comunidad por su cercanía y su trabajo social. El alcalde del municipio y otros funcionarios han expresado su consternación por la tragedia.
Implicaciones institucionales
Desde la Policía, fuentes no oficiales han indicado que Ruiz podría enfrentar cargos como homicidio culposo, mal uso de arma y abandono del puesto. Además, se espera un proceso disciplinario interno (Comando Departamental) y un proceso penal, que podría llevarlo ante la Justicia Penal Militar.
Conclusión
Este caso no solo representa una tragedia personal para la familia, sino que también suscita preguntas más amplias sobre los protocolos de seguridad para el manejo de armas por parte del personal policial, especialmente en contextos de alta tensión operativa. Las autoridades tienen ahora el reto de determinar si se trató de un accidente y cómo evitar que hechos similares ocurran nuevamente, todo mientras la comunidad local lamenta la pérdida de una joven comprometida con el servicio social.



