En el municipio de Chiscas (Boyacá), una tragedia conmociona a la comunidad: la trabajadora social Liliana Cruz, de 25 años, falleció luego de que su esposo, un subteniente de la Policía, manipulase su arma de dotación y esta se disparara por accidente.
Los hechos ocurrieron fuera de un establecimiento de comidas rápidas, donde la pareja estaba cenando junto a otros uniformados. Según testimonios, el oficial manipulaba un fusil cuando, aparentemente sin la pericia suficiente, se activó un disparo inesperado que impactó a la mujer.
Tras recibir el impacto, el subteniente habría subido a su esposa a una patrulla para llevarla al hospital, pero en el traslado perdió el control del vehículo, chocó y volcó. Cruz fue llevada al centro asistencial, pero llegó sin signos vitales.



