El secuestro de Lyan Hortúa en Potrerito, zona rural de Jamundí, sigue siendo investigado por las autoridades, quienes revelaron detalles sobre los días posteriores al crimen ocurrido el 3 de mayo y la actuación de los uniformados en el proceso de asesoría a la familia en caso de que los captores se comunicaran para realizar extorsiones.
Según conoció El País, la familia salió del Valle del Cauca luego de queeste jueves fuera asesinado Antonio Cuadros, primo del padrastro del menor de edad, unas horas después de la liberación. De acuerdo con los comentarios de sus seres queridos, la víctima fue la encargada de entregar el dinero exigido por los delincuentes para devolver al pequeño, hechos que no fueron puestos en conocimiento de la Fuerza Pública.


