
Habitante de calle apuñaló a un uniformado aparentemente en estado de sustancias psicoactivas.
Este 24 de noviembre se dio a conocer un caso de intolerancia hacia un uniformado de la Policía de Ibagué, según varios testigos un habitante de calle quien se encontraba en el barrio San Pedro Alejandrino habría apuñalado al uniformado con un cuchillo, quien en esos momentos se encontraba de civil, de acuerdo con la información del afectado, él estaba en un local cerca del distrito 1 de la policía de Ibagué, cuando de manera sorpresiva dicha persona quien al parecer se encontraba en un posible estado de consumo de sustancias psicoactivas lo atacó en una de sus manos provocándole varias heridas.
Por otro lado, se pudo conocer que el uniformado logró defenderse evitando graves lesiones, a su vez, se reveló que el agresor huyó del lugar una vez se vio indefenso, asimismo, por parte de las autoridades manifestaron que el hombre frecuenta dicha zona y que en varias ocasiones tiene conductas inestables lo que ocasiona inseguridad en el sector.
En cuanto al policía que fue agredido se pudo establecer que está fuera de peligro pues por fortuna sus heridas no fueron de gravedad, ante esta acción la comunidad del barrio San Pedro Alejandrino ha alzado su voz frente a un problema creciente en el sector, pues la presencia de personas en situación de calle que, bajo los efectos de sustancias alucinógenas, generan un ambiente de inseguridad.
Cabe resaltar que el consumo de drogas no solo representa un peligro para quienes las usan, sino que también incrementa el riesgo de actividades delictivas en las comunidades. Según expertos, el estado alterado de los consumidores puede derivar en comportamientos agresivos o impredecibles, lo que pone en riesgo a las personas que transitan por la zona y es por eso que los habitantes de dicho sector han expresado su preocupación por la falta de control y medidas efectivas para combatir este problema, quienes aseguran que la presencia de consumidores en espacios públicos desmotiva la convivencia ciudadana y convierte al barrio San Pedro Alejandrino en un sector vulnerable frente a la delincuencia. Por último el consumo descontrolado de sustancias, unido a la ausencia de políticas claras de prevención, genera un impacto directo en la seguridad de la ciudad.



