Calidad Ambiental del Dagma, hizo un llamado especial a los transformadores y a quienes en su actividad económica usan o transforman madera, para que verifiquen y exijan la documentación correspondiente, en particular el salvoconducto o el libro de operaciones forestales, que garantizan un origen legal de la carga.

“Es importante recalcar que todas las podas, talas y lo referente al proceso de silvicultura urbana en Santiago de Cali, requiere de un permiso de aprovechamiento forestal. Cualquier persona que haga una intervención arbórea sin este permiso, será sometida a procesos sancionatorios. A su vez, entregar la madera a transportadores que no tengan salvoconducto o que no lo hayan tramitado, implica sanción, que puede ser para el transportador, por transportar madera sin salvoconducto, pero que no desliga la responsabilidad del infractor, quien autorizó o quien mandó a hacer la poda o tala”, explicó Benavides.
El funcionario del Dagma señaló que comprando o transportando madera legal, evitamos sanciones y de paso se garantiza que el material utilizado provenga de una explotación forestal sostenible.
“En el marco del ejercicio de la autoridad ambiental, hemos logrado posicionar a Cali entre las ciudades con una mayor oferta de empresas forestales certificadas, que están haciendo bien la tarea para trabajar con madera de origen legal”, subrayó el subdirector de Calidad Ambiental.



