La reciente controversia protagonizada por el presidente del Concejo Municipal de Cunday, Wilton Abel Romero Tovar, conocido como «Harry», ha desatado un fuerte rechazo entre la comunidad local y ha puesto en evidencia serias preocupaciones sobre la ética y el respeto hacia las instituciones y los líderes regionales.
La polémica surgió luego de que se denunciara un supuesto montaje fotográfico que involucra a la Gobernadora de Huila, Adriana Magali Matiz. Según varias versiones de los habitantes de Cunday y Tres Esquinas, el concejal Romero Tovar habría manipulado una imagen de la Gobernadora para generar una falsa impresión de apoyo o cercanía política. Este incidente ha generado indignación, especialmente por la falta de respeto hacia la figura de la Gobernadora y la manipulación de información que podría afectar la percepción pública.
La denuncia rápidamente se viralizó en redes sociales, donde los ciudadanos han expresado su desaprobación ante lo que consideran un acto de desinformación y falta de ética. “Es una falta de respeto hacia la comunidad, y sobre todo hacia la Gobernadora, manipular imágenes con fines políticos”, comentó un habitante de Cunday.
El concejal Wilton Abel Romero Tovar, por su parte, ha defendido su actuación, aunque hasta el momento no ha logrado esclarecer el origen de la foto ni ha dado explicaciones claras sobre el motivo detrás de este montaje. La situación sigue generando división en la comunidad, que pide explicaciones claras y sanciones, si se comprueba la responsabilidad de Romero Tovar en este hecho.
Este escándalo pone en evidencia la creciente preocupación sobre el uso indebido de herramientas digitales para manipular la opinión pública y afecta la confianza de los ciudadanos en sus representantes. La comunidad de Cunday y Tres Esquinas está a la espera de un pronunciamiento oficial que aclare los hechos y se tomen las acciones correspondientes para garantizar que actos de esta índole no se repitan.
La polémica ha dejado claro que el respeto hacia las instituciones y las figuras políticas, independientemente de las diferencias, es esencial para mantener la confianza y el buen funcionamiento democrático en el municipio.




