Una jornada de protesta pacífica realizaron padres de familia en la sede Carbonel de la Institución Educativa Gabriel García Márquez, ubicada en Neiva. La manifestación fue motivada por las críticas condiciones de infraestructura, seguridad y salubridad que, según los acudientes, ponen en riesgo la vida de los estudiantes.
Yiri Rodríguez, madre de uno de los niños afectados, fue clara al denunciar el deterioro del colegio. “La escuela se está cayendo, tiene fallas eléctricas graves, los niños en cualquier momento podrían electrocutarse”, alertó.
Abandono
De acuerdo con Rodríguez, el rector de la institución ha sido indiferente ante los reiterados llamados de los padres. “Hace tres años hubo un robo y nunca se repuso nada. No hay vigilancia, ni celador, ni personal de aseo. La cámara de seguridad lleva años sin funcionar”, agregó.
Condiciones insalubres
La madre también denunció el mal estado de los baños, los cuales permanecen tapados y sin elementos de limpieza básicos. “Los niños estudian en medio del desaseo. Es indignante”, expresó.
La comunidad educativa exige una respuesta urgente por parte de la Secretaría de Educación de Neiva, advirtiendo que no enviarán a sus hijos mientras persistan los riesgos. “No vamos a permitir que una tragedia nos obligue a actuar. Necesitamos soluciones ya”, concluyó Rodríguez. Los padres aseguran que esta no es una solicitud caprichosa, sino una súplica para garantizar el derecho fundamental a una educación digna y segura. Hacen un llamado a la administración municipal, departamental y a los entes de control para que se apersonen de la situación, realicen visitas técnicas y prioricen una intervención estructural inmediata. También insisten en que, de no haber respuestas concretas, continuarán con movilizaciones y bloqueos hasta ser escuchados. La vida de sus hijos no puede seguir en juego.
