El departamento del Cauca ha registrado su primer fallecimiento relacionado con un brote de fiebre amarilla, según confirmaron las autoridades de salud. El caso corresponde a un hombre que contrajo la enfermedad en una zona rural del municipio de Piamonte, ubicada en la región limítrofe con el departamento del Caquetá y cercana a áreas selváticas. Este hecho ha generado preocupación en la región, llevando a las autoridades a activar un plan de contingencia para frenar la propagación de la enfermedad en todo el territorio caucano, con especial atención a las zonas de mayor riesgo.
El hombre, tras ser atendido inicialmente en Popayán, tuvo que ser trasladado a la ciudad de Cali debido al agravamiento de su estado de salud, pero finalmente falleció a causa de la fiebre amarilla. La situación ha resaltado la peligrosidad de esta enfermedad, que, según el director de salud pública del Cauca, Camargo, es letal y no tiene cura. La única forma de prevenirla es mediante la vacunación, especialmente en aquellas personas que residen en áreas rurales o cercanas a zonas selváticas, como es el caso de Piamonte.
A raíz de este incidente, las autoridades de salud han declarado a los municipios de Piamonte y Santa Rosa como zonas de alto riesgo debido a su proximidad con áreas selváticas, que favorecen la proliferación del virus. Existen temores de que el brote pueda extenderse, por lo que se intensifican los esfuerzos para evitar nuevos contagios en la región. Las autoridades hacen un llamado a la comunidad para que se mantengan alertas y sigan las recomendaciones de vacunación.
Como parte del plan de contingencia, se han habilitado puntos de vacunación en los 42 municipios del Cauca. El caso registrado en el Cauca se suma a los 59 contagios de fiebre amarilla reportados en Colombia durante 2025, según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), de los cuales 25 han resultado en fallecimientos. Las autoridades continúan trabajando para contener la propagación de la enfermedad y proteger a la población más vulnerable.




