La pasión por los motores y las pistas tienen nombre propio en el departamento del Meta: Andrés Santiago Hernández Coy, un joven piloto villavicense, quien recientemente dejó en alto el nombre de su tierra al obtener el segundo lugar en el reconocido reality nacional “Pulsar Manía: Los Dueños de la Calle 2025”.
Este certamen, que congrega a los mejores motociclistas del país en una serie de retos de destreza, técnica y velocidad, ha sido la vitrina perfecta para que talentos emergentes como Andrés Santiago demuestren su capacidad y temple sobre las dos ruedas. No solo se trata de una competencia de adrenalina, sino también de disciplina, estrategia y preparación física y mental, cualidades que este joven llanero ha cultivado con esfuerzo y dedicación.
Proceso
Lo que hace aún más admirable su logro es que, mientras avanza en su carrera deportiva, también se forma profesionalmente como arquitecto, demostrando que el talento integral sí es posible y que los sueños se construyen con trabajo duro, tanto dentro como fuera de las pistas. Combinar estudios universitarios con la exigente preparación que requiere el motociclismo no es tarea fácil, pero Andrés ha sabido equilibrar ambos mundos con madurez, visión y constancia.
En cada curva y en cada aceleración, Andrés llevó consigo no solo su casco y su moto, sino también el corazón de una región que vibra con el deporte y celebra a sus representantes. Su desempeño no solo lo posiciona como uno de los mejores pilotos aficionados del país, sino que lo convierte en un símbolo de superación y orgullo para los jóvenes del Meta que sueñan con abrirse camino en cualquier disciplina. Su participación en “Pulsar Manía” no solo refleja talento, sino también una historia de pasión, esfuerzo y amor por su tierra.
Apoyo
Familiares, amigos y comunidad en general han expresado mensajes de felicitación y aliento, reconociendo que su participación en un escenario nacional es motivo de inspiración para toda la región. Las redes sociales se inundaron de aplausos virtuales y comentarios cargados de emoción, resaltando no solo su talento, sino también su humildad, carisma y compromiso con su crecimiento personal.
