La economía global se vio afectada por la pandemia, en especial en aquellas regiones históricamente vulnerables como América Latina. Es que después de dos años de declarar el máximo nivel de alerta generado por el Covid -19, aún permanecen los efectos en las cifras macroeconómicas, sumado a las situaciones geopolíticas, como la guerra de Ucrania, que incrementan la incertidumbre.
Además, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la inflación en América Latina es hoy en día una de las más altas del mundo, con un nivel promedio de 8,1% y con casos galopantes como Argentina y Venezuela.
Francisco Contreras, gerente de gestión de activos y pensiones en Allianz Colombia, aunque es evidente que la inflación produce implicaciones inmediatas, también es cierto que los efectos de este fenómeno inciden de forma directa en el mediano y largo plazo, como en el caso de los planes de ahorro pensional y en la proyección de la calidad de vida de las personas en la etapa de jubilación.
Agregó que “es fundamental que, al momento de buscar alternativas que complementen los ingresos pensionales, se elija una opción que genere una rentabilidad mayor o por lo menos igual a la inflación anual, para prevenir que se vaya ‘licuando’ poco a poco el dinero ahorrado”.
La inflación es un tema capital que se debe tener en cuenta al momento de ahorrar para la pensión. Se trata de un fenómeno cíclico en todas las economías modernas y en el que los tipos de interés van variando constantemente en función de su comportamiento.
En Colombia, por ejemplo, existen dos regímenes que pagan rentas de pensión dentro del sistema básico u obligatorio: el público (Colpensiones), cuyas rentas percibidas se actualizan cada año a partir de la fijación del salario mínimo y, el privado, cuya actualización anual de la renta a percibir está determinada por el valor actuarial y la rentabilidad obtenida por el fondo, entre otros factores.
Para Contreras, las personas una vez pensionadas deben tener en cuenta que la rentas que vayan a percibir no estén expuestas al riesgo de que el costo de la vida incremente más de lo que lo hacen los ahorros pensionales, tema que puede incidir en los planes de jubilación y, especialmente, en el nivel de vida que las personas esperan poder disfrutar tras su vida laboral.



