La senadora del Pacto Histórico, Piedad Córdoba, volvió al Congreso de la República tras un mes de incapacidad para poder cumplir con sus funciones, a pesar de que tuvo problemas con diferentes sectores, incluyendo su partido, luego de estar inmiscuida en varios escándalos, entre ellos su relación con Alex Saab.
Luego de retomar sus labores como senadora, Córdoba habló con la revista Cambio y dio su versión de cada una de las cosas que ha venido afrontando y una de ellas fue la situación de su hermano, Álvaro Córdoba, quien está relacionado con una investigación por narcotráfico y quien actualmente está detenido en la cárcel La Picota.
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“Obviamente que han aprovechado para darme con todo, pero este es un caso muy similar al de Santrich. Están los mismos actores mexicanos, la DEA y algunos elementos coincidentes”, dijo la senadora del Pacto Histórico.
Piedad Córdoba aseguró que por ahora está esperando en cómo avanzan los abogados en el caso, pues debido a que tiene miedo de lo que pueda pasar con su familia, decidieron que ella no volvería a visitarlo a La Picota, esto luego de haber sido acusada de realizar acuerdos con algunos presos en medio de la campaña política y una carta que envió al director del centro penitenciario para pedirle que cambiaran a su hermano de pabellón.
En otro aparte de la entrevista, Córdoba habló del dinero que le fue decomisado en Honduras, (68.000 dólares en efectivo), y contó que nunca pretendió esconder el dinero y que es legal, pero que no puede hablar mucho del tema, pues aún se encuentra en investigación y que la razón por la que lo pasó de esa manera por el aeropuerto era porque no tenía una cuenta en el extranjero.
“No tenía interés en esconder eso, ni quería volarme con plata. Yo no adquirí ese dinero producto de una actividad ilícita. Prueba de ello es que las personas con las que trabajé asistieron a dar sus explicaciones”, agregó Piedad Córdoba.
En cuanto a su regreso al Congreso, Córdoba contó que le fue mejor de lo que creía, pues hasta senadores de la oposición mostraron un gesto de amabilidad antes de su llegada, pero que, pese a todo, todavía tiene un malestar con respecto a las acusaciones que hasta los mismos miembros de su bancada hicieron.
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“A mí me trataron peor que a Pablo Escobar. Porque Pablo Escobar, siendo un narcotraficante, nadie le dijo que se retirara del Partido Liberal, nadie. En cambio, a mí, sin pruebas, sin nada y sabiendo de mi trayectoria, me pidieron que renunciara”, puntualizó la senadora.
