Una mujer fue agredida por un adulto mayor en medio de un hecho de intolerancia
Redacción Extra
En un lamentable suceso que refleja la creciente intolerancia en nuestra sociedad, Tatiana Gonzales, una mujer del barrio El Estero, fue agredida físicamente por el propietario de una droguería. La situación se desencadenó, cuando al parecer, Tatiana solicitó un vaso de agua, así fuera regalado o vendido, a lo que el vendedor le respondió que no tenía agua para ofrecer.
Hechos
La situación escaló rápidamente cuando la hermana de Tatiana intervino, expresando su incredulidad ante la falta de atención del vendedor. En lugar de una respuesta conciliadora, el propietario, al parecer, salió utilizando un lenguaje grosero. Tatiana supuestamente intentó calmar la situación, pero se encontró con más insultos y agresiones verbales.
Este suceso se tornó más tenso cuando el hijo de Tatiana, al ver cómo su madre era atacada verbalmente, decidió confrontar al hombre. En un intento por evitar un enfrentamiento físico entre su hijo y el agresor, la mujer se interpuso entre ellos. Sin embargo, esto no detuvo al dueño de la droguería, quien golpeó a Tatiana con fuerza en el rostro, causándole una herida visible.
Autoridades
“Las autoridades que llegaron al lugar no se identificaron ni tomaron las medidas adecuadas para abordar la situación”, expresó Tatiana a medios de comunicación locales, añadiendo que, las hijas del presunto agresor le ofrecieron una compensación de quinientos mil pesos para que no continuara con el proceso legal. Sin embargo, ella rechazó la oferta, argumentando que la violencia con la que fue tratada no puede ser compensadas con dinero.
Tatiana manifestó su preocupación por la falta de justicia en casos como este y espera que las autoridades actúen con responsabilidad para que su agresor enfrente las consecuencias de sus actos. “Los niveles de intolerancia en Villavicencio son alarmantes, la gente se agrede por cualquier cosa y busca solucionar todo con la violencia”, aseguró un ciudadano.
Villavicenses consideran que este es un llamado a la comunidad sobre lo que desencadena los conflictos cotidianos y como la intolerancia y la violencia deben ser erradicadas de nuestra sociedad.
“Es fundamental que los ciudadanos nos unamos para exigir justicia y respeto mutuo en todas las interacciones cotidianas. La gente debe aprender a usar el diálogo para resolver los desacuerdos, actuando siempre bajo el respeto”, puntualizó una comerciante de la ciudad.




