Piden justicia: Nikol está en cuidados intensivos tras grave accidente

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Lo que parecía ser una noche tranquila terminó en una tragedia que tiene en vilo a toda una familia bogotana. Nikol Maya, una joven universitaria de 25 años, sufrió un brutal accidente de tránsito en la madrugada del pasado 1 de mayo, cuando se movilizaba como parrillera en una motocicleta por la Calle 26 con Avenida Cali. Desde entonces, permanece en una unidad de cuidados intensivos, con múltiples fracturas y lesiones internas, mientras sus seres queridos claman por respuestas.

Según el relato de su prima, Erika Rojas, Nikol acababa de salir de una reunión con compañeros de estudio y regresaba a casa en compañía de un amigo. En algún punto del trayecto, perdieron el control de la moto y se produjo un fuerte impacto que dejó a ambos tendidos en el asfalto. La joven fue llevada de urgencia a un centro médico con fractura de mandíbula, pérdida de varios dientes, lesiones en el pómulo, brazo, muñeca, pierna, además de una inflamación cerebral severa.

¿Qué causó el accidente?

Lo más desconcertante para la familia es la falta total de claridad sobre lo que provocó el siniestro. La única versión disponible hasta el momento es la del conductor de la moto, quien también resultó herido y asegura que un vehículo se atravesó inesperadamente. Sin embargo, su testimonio es fragmentado y poco preciso debido a la confusión del momento.

Un video que circula en redes muestra lo que podría ser un carro en la escena, pero no es concluyente. Para empeorar la situación, las cámaras de seguridad del sector estarían fuera de servicio y ningún agente de tránsito acudió al lugar para realizar el peritaje correspondiente. “Solo llegó la ambulancia, recogieron a los dos y se los llevaron al hospital. Nadie más hizo presencia ni se ha investigado nada”, denunció Erika.

Llamado desesperado a las autoridades

La familia de Nikol asegura sentirse completamente desamparada. Han acudido a los canales institucionales en busca de apoyo e información, pero hasta ahora no han recibido respuestas. “Queremos saber qué pasó realmente. Que las autoridades hagan su trabajo, que revisen las cámaras, que identifiquen si hubo otro vehículo involucrado. No puede ser que una joven termine así y nadie diga nada”, agregó su prima.

Mientras la joven continúa hospitalizada, sus familiares se aferran a la esperanza y al respaldo solidario de amigos y conocidos. Saben que la recuperación será larga y costosa, y que necesitará terapias, intervenciones médicas y un apoyo constante. Además, hacen un llamado a las instituciones distritales para que no permitan que el caso quede en el olvido.

Hoy, el rostro de Nikol representa no solo el dolor de una familia, sino también el reflejo de una ciudad que necesita reforzar su compromiso con la seguridad vial y la atención digna a las víctimas de accidentes.


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