La Asamblea Departamental del Meta recibió la solicitud de declarar la urgencia manifiesta para atender de inmediato a los municipios afectados por la fuerte temporada de lluvias. La petición, liderada por el alcalde de El Dorado, Oscar Olaya López, resalta la necesidad de tomar medidas urgentes para evitar una tragedia mayor.
Desastre
Según el mandatario, las lluvias han generado estragos en varias zonas del departamento, especialmente en los municipios del Ariari, donde la infraestructura se encuentra al borde del colapso. Olaya López enfatizó la urgencia de la situación, señalando que el río ya había alcanzado algunas escuelas y que, de no actuar con prontitud, la magnitud del desastre podría agravarse considerablemente.
Durante su intervención ante la Asamblea, el alcalde insistió en que no se puede esperar a que se completen los procesos administrativos habituales, como las licitaciones, que pueden tardar hasta 45 días. “Nosotros necesitamos en el municipio de El Dorado la maquinaria ya, de inmediato”, afirmó con preocupación. También advirtió que otro aguacero podría destruir la mitad del municipio y de la región si no se interviene de manera inmediata.
Planeación
En su discurso, Olaya López cuestionó a las autoridades departamentales sobre la falta de acción y planificación para afrontar la emergencia. Dirigiéndose a los diputados, preguntó directamente si se decretaría o no la urgencia manifiesta, dejando en evidencia su frustración por la demora en la toma de decisiones.
Por su parte, la Gobernadora del Meta, Rafaela Cortés, ha sido señalada por la falta de medidas preventivas ante la emergencia invernal. Aunque desde la Gobernación se ha mencionado la posibilidad de asignar recursos para la atención de la crisis, aún no se ha tomado una decisión definitiva sobre la declaración de urgencia manifiesta.
Atención
La Corte Constitucional ha reiterado en varias ocasiones la responsabilidad del Estado en la prevención y atención de desastres. En este sentido, Olaya López subrayó que la urgencia manifiesta permitiría a las unidades de gestión del riesgo actuar de manera inmediata, evitando que la situación se salga de control.
Mientras se espera una respuesta oficial, las comunidades afectadas continúan en alerta, temiendo que las lluvias sigan causando estragos en la región. La incertidumbre crece entre los habitantes de El Dorado y otros municipios del Ariari, quienes claman por una intervención rápida que garantice su seguridad y la protección de sus bienes.




