El Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez se consolida, año tras año, como una plataforma estratégica para el desarrollo económico, turístico y cultural, con un impacto que trasciende las fronteras de Cali y se extiende a todo el Pacífico colombiano, integrado por los departamentos de Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño.

El Petronio impulsa la circulación de productos y servicios, dinamiza la economía local y fortalece las cadenas productivas asociadas a la cultura. Es una vitrina de promoción y posicionamiento para productos representativos de la región, como el viche, bebida tradicional declarada patrimonio cultural inmaterial de la nación y oficial del festival desde 2008. Junto a él, otras preparaciones autóctonas como el arrechón, la toma seca, el curao, el tumba catre, el pipilongo y el candelazo encuentran en el Petronio un espacio para preservar su tradición, ampliar su mercado y aportar al reconocimiento de la riqueza cultural y productiva del Pacífico.Gilberto Agualimpia, portador de tradición y representante de Viche Rico San Juan, manifestó que “esto es algo muy especial: un espacio de integración, de juntanza, que representa lo que somos y el impacto que generamos en la economía de nuestros territorios. Cada acción que realizamos aquí beneficia a familias que, en sus realidades diversas, transforman vidas gracias a cada apuesta que los ciudadanos hacen al visitarnos”.
Asimismo, este espacio reúne expresiones de artesanía, estética, moda y luthería, donde se exhiben las creaciones de emprendedores, empresarios y artesanos de la región.
Sandra Milena Andrea de Mosquera, creadora de JM Accesorio, una marca dedicada a la elaboración de accesorios en filigrana, técnica ancestral y cultural de los pueblos negros, resaltó que “el Petronio Álvarez, para mí, es una plataforma invaluable que me permite darme a conocer a nivel nacional e internacional. Este festival recibe visitantes de todo el país y del extranjero, lo que nos brinda la oportunidad de mostrar nuestro trabajo, lograr que las personas se identifiquen con cada pieza y, sobre todo, aportar al rescate de la tradición y la cultura. Cada vez que termina una edición del Petronio, para nosotros se abre una gran oportunidad: de inmediato se activan los envíos a nivel nacional e internacional y crece el movimiento en redes sociales. Aunque no hemos cerrado un gran negocio en el momento, el impacto en visibilidad y ventas posteriores es significativo. Sin duda, es una plataforma clave para fortalecer y proyectar nuestro emprendimiento”.
Uno de los espacios más representativos del festival es la zona de cocina tradicional, donde confluyen los sabores y saberes culinarios de los cuatro departamentos del Pacífico colombiano. En este lugar, los visitantes pueden disfrutar de preparaciones que transmiten historia, identidad y riqueza cultural, convirtiéndose en un punto de encuentro para preservar y difundir la herencia culinaria de la región.
Nancy Aguino, de Guapi, Cauca, con 30 años de experiencia en cocina tradicional, propietaria de Rico de Mar, cevichería y restaurante ubicado en Popayán, señaló que “en el Petronio Álvarez me ha ido excelente: a la gente le ha gustado mucho el sabor de la comida, la presentación, el servicio y el cariño que siempre pongo en lo que hago. Estoy muy contenta, complacida y agradecida por esta experiencia”.
Carlos Cuero, de Parada Pacífic, resaltó que “este es un espacio donde mostramos toda nuestra cultura para fortalecerla a través de este magno festival. El Petronio Álvarez es un evento que cada vez atrae a más turistas a la ciudad y permite que se conozca la rica comida del Pacífico colombiano”.
El Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez reafirma su papel como motor de las economías culturales del Pacífico colombiano, integrando tradición, emprendimiento y oportunidades de negocio.



