Un llamativo momento se vivió este miércoles 26 de noviembre durante la ceremonia de la Fuerza Pública transmitida por la Presidencia de la República, cuando el presidente Gustavo Petro interrumpió el protocolo oficial al condecorar a los uniformados que participaron en la operación Perseo, desarrollada en el Cañón del Micay.
Mientras imponía la Orden de Boyacá, el mandatario se sorprendió al descubrir que uno de los soldados condecorados compartía su mismo apellido. El hecho llamó su atención y generó una reacción espontánea frente a las cámaras.
“Primo mío”, comentó Petro entre risas, iniciando un breve diálogo con el uniformado antes de entregarle la medalla. Luego le preguntó: “¿También de Córdoba?”, mientras lo abrazaba, gesto que rompió la formalidad del acto. El soldado respondió que era originario de Urabá, a lo que el presidente concluyó: “Aquí está la medalla de Bolívar, felicitaciones”.
Durante su intervención, el jefe de Estado también se refirió a las operaciones militares contra estructuras criminales vinculadas al narcotráfico, como las disidencias de las Farc. Señaló que los bombardeos se realizarán únicamente bajo criterios específicos.
“Cualquier lugar, no en cualquier sitio”, afirmó, asegurando que no se pretende aplicar estrategias de devastación indiscriminada ni acciones que violen el derecho internacional humanitario.
Petro recalcó que el reclutamiento de menores por parte de grupos armados no puede convertirse en excusa para evitar operaciones legítimas:
“Los asesinos son quienes los reclutan”, sostuvo, advirtiendo que entre más persista esa lógica en los cabecillas criminales, más menores serán utilizados en el conflicto.
El presidente cerró su discurso defendiendo las actuaciones de la Fuerza Pública y destacando que las operaciones buscan proteger a la Nación sin afectar a la población civil.
