La capital del Valle del Cauca volvió a estremecerse por cuenta de la violencia. En la tarde de este jueves, un vehículo cargado con explosivos detonó en inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, dejando un panorama devastador que enluta no solo a la ciudad, sino a todo el país.
De acuerdo con reportes oficiales de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, el saldo preliminar es de cinco víctimas mortales, entre ellas un menor de edad, y más de 40 personas heridas que fueron trasladadas a distintos centros médicos. La explosión ocurrió hacia las 2:50 de la tarde y generó una onda expansiva que alcanzó varias cuadras alrededor de la base aérea, provocando destrozos en viviendas, locales comerciales y vehículos particulares.
Caos y emergencia en Cali
Testigos aseguran que tras el estallido se vivieron momentos de pánico. Decenas de personas corrían en busca de refugio, mientras que ambulancias, bomberos y equipos de socorro se desplegaban para atender a los afectados. “Fue un estruendo impresionante, las ventanas se rompieron y la gente empezó a gritar”, narró un residente del sector.
Las autoridades locales instalaron de inmediato un Puesto de Mando Unificado, desde donde se coordinan las acciones de seguridad y atención a víctimas. El alcalde de Cali, Alejandro Éder, anunció la implementación de medidas extraordinarias, como la restricción del ingreso de camiones y vehículos pesados a la ciudad, con el fin de prevenir nuevos ataques.
Investigación en curso
La Fiscalía General de la Nación asumió la investigación del hecho, la cual quedó en manos de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales. El organismo confirmó que no se descarta la participación de disidencias de las FARC ni de otros grupos armados que operan en el suroccidente del país.
Pronunciamiento del Presidente Gustavo Petro
Tras conocerse el atentado, el presidente Gustavo Petro se pronunció enérgicamente. El mandatario aseguró que la explosión en Cali es una “reacción terrorista” tras la derrota sufrida por la columna Carlos Patiño en el cañón del Micay.
Petro afirmó que el ataque hace parte de la estrategia violenta de facciones vinculadas a Iván Mordisco, que operan bajo el mando de lo que denominó la “junta del narcotráfico”. Según explicó, esta estructura sería la heredera del bloque capital de los paramilitares y estaría detrás de organizaciones como las disidencias de las FARC, la Segunda Marquetalia y el Clan del Golfo.
En su declaración, el jefe de Estado pidió a la comunidad internacional reconocer y declarar a la llamada junta del narcotráfico como una organización terrorista, con presencia en regiones como Cauca, Guaviare, Antioquia y el Caribe colombiano.
Un ataque en medio de una ola de violencia
El atentado en Cali no ocurrió de manera aislada. De forma casi simultánea, en el departamento de Antioquia un helicóptero de la Policía Nacional fue derribado presuntamente con un dron cargado con explosivos, dejando como resultado la muerte de ocho uniformados. Los analistas advierten que estos hechos muestran un preocupante nivel de coordinación entre estructuras ilegales que buscan desestabilizar al Estado.
Consternación nacional
El ataque ha generado una oleada de rechazo en todos los sectores. Organizaciones sociales, gremios económicos y ciudadanos han expresado su solidaridad con las familias de las víctimas y han pedido al Gobierno reforzar las medidas de seguridad en Cali y el suroccidente del país.
Mientras tanto, la ciudad permanece bajo estrictas medidas de control y las autoridades mantienen la alerta máxima ante la posibilidad de nuevos atentados. Lo ocurrido este 21 de agosto se convierte en uno de los episodios más graves de violencia urbana en los últimos años y plantea enormes retos en materia de seguridad, paz y convivencia para Colombia.


