El presidente Gustavo Petro no se quedó callado ante las críticas del presidente del Senado, Efraín Cepeda, quien cuestionó la consulta popular que el Gobierno presentará el 1 de mayo ante el Congreso. La iniciativa busca que los colombianos opinen directamente sobre temas clave como la reforma laboral. Sin embargo, Cepeda calificó las preguntas propuestas como “populistas” y aseguró que dejan por fuera aspectos cruciales como el desempleo y la informalidad.
Desde sus redes sociales, el jefe de Estado le respondió con contundencia: “Tenía dos años para consensuar, lo pedí de la manera más amable, y llegó a la presidencia del Senado, a burlarse del gobierno y a sabotear todas las reformas sociales en beneficio del pueblo colombiano”.
Petro recordó que desde su llegada al poder intentó llegar a acuerdos con las bancadas del Congreso para sacar adelante sus propuestas. No obstante, denunció que ha enfrentado bloqueos sistemáticos por parte de ciertos sectores políticos, especialmente desde que Cepeda asumió la presidencia del Senado.
Durante un evento reciente en el que se firmó un acuerdo para ejecutar proyectos de paz, el presidente también arremetió contra el Legislativo. Afirmó que este ha sido el principal obstáculo para la implementación de las reformas sociales que prometió en campaña. “¿No hay reforma posible? Si planteamos reforma, entonces el Congreso se dedica a tapar y cancelar las reformas en Colombia como si se pudiera tapar la verdad”, señaló.
Petro incluso fue más allá al criticar la conexión histórica entre sectores políticos y grupos armados ilegales. Habló de leyes que favorecieron al paramilitarismo y de congresistas que, según él, se aliaron con estructuras del crimen para frenar el avance de la verdad y la justicia en el país.
A pocos días de radicar oficialmente la consulta popular, el ambiente político se calienta. Mientras la oposición insiste en detenerla, Petro la defiende como una herramienta legítima para que el pueblo decida sobre temas fundamentales. Con esta iniciativa, el presidente reafirma su apuesta por la participación ciudadana directa, en medio de un Congreso que, según él, ha dado la espalda a las demandas sociales.
